Tatunca Nara ha expresado sobre el significado del estandarte de los ugha mongulala:
Esta es la ‘bandera’ de mi pueblo. Es el Sol sobre las aguas. El Sol y las aguas representan la Vida.
Los trece rayos son las trece lunas.
El simbolismo de este emblema reúne los elementos primordiales de la Vida: La Luna como elemento de lo Femenino a través de los ciclos lunares y las aguas, como base de la misma. El Sol, en tanto, el elemento de lo Masculino que se eleva e irradia luz.
El Disco desde el cual emana la vida.
El emblema presenta en su parte central un Sol ascendiendo –o descendido– desde las aguas con trece rayos en torno a él, o mejor, proyectándose desde él.
El Sol se representa en su mitad superior.
El color de las aguas es un azul marino. El cielo de fondo empieza con una tonalidad amarilla que ascendiendo se torna verde, calipso y en su parte superior púrpura. El Sol, en tanto, es de color naranja-fuego.
El emblema es en suma, una perfecta composición simbólica que reúne los elementos de la Naturaleza y que evidencia las mayores fuerzas vitales como un sistema calendárico.
Es por todo esto, una manifestación del Sol de todos los Soles, Avinash.
Es el símbolo de los dioses, de los hombres-dioses y de su marcha civilizadora antes de la “historia”, en el tiempo mítico –in illo tempore–, cuando ellos irradiaron la luz del Sol Oculto, del Sol Invisible desde el interior de la columna de los Andes. Y por ello este emblema se observa en las cabezas de viracochas –los huara-cocha-ché–, de los portentosos Dioses Blancos –o Pachatitanes– de Chile y de Tiahuanaco-Aztlán–.
El Sol de Akakor es el Sol del Mundo Subterráneo, el “Dios Humeante”.