domingo, 13 de octubre de 2019

Simbolismo de la “Escalera del cielo”


 Detalle del dios Ehecoatl-Quetzalcóatl descendiendo por una ‘escalera’
desde una plataforma celeste (Codex Vindobonensis).


La figuración de la “escalera del cielo” de los lituche-araucanos –presentada en el enlace anterior bajo el encabezado de Sobre la inclinación del rehue: Eje Sagrado del Mundo– como medio de conexión entre la tierra y el plano de los dioses, posee varios significativos ejemplos en el mundo prehispánico –aunque por supuesto, no de manera exclusiva: Karl Maria Wiligut dio cuenta de la misma ‘escalera’ en la Quinta Época Humana de la Descripción de la evolución de la humanidad de acuerdo a la tradición secreta de nuestro clan Asa-Uana de Uiligotis (1935), basada en una remota y ancestral fuente germana y, por otra parte, en el Gyelrap, texto genealógico de los soberanos tibetanos, el cual refiere a veintisiete reyes, siete de los cuales descendieron del firmamento a la tierra en una escalera–.

 
Un rehue en la exhibición permanente del Museo Chileno de Arte Precolombino.

 
Rehue en el Museo de Historia Nacional de Chile.


Como se ha expresado, en el caso del sustrato cultural lituche-araucano se trata del rehue, símbolo del Eje Sagrado del Mundo, evocación mágico-religiosa de la escalera que une el Chili Mapu con el plano de los dioses-pillanes y de los habitantes de las estrellas: El Wenu Mapu.

Esta “escalera del cielo” se encuentra también entre los mitos ancestrales de los catíos de Antioquia, en Colombia –véase la relación del dios Caragabí y la construcción de la “escalera del cielo” por parte de Herupotoarra–.

De forma similar, en la tradición mítica de Venezuela sobre la “Gente de las Estrellas” se refiere a la construcción de una escalera con la cual ellos subían al firmamento.

 
Representación de Ehecoatl-Quetzalcóatl en el Codex Vindobonensis: El dios desciende por una ‘escalera’ desde
una plataforma celeste, el camino suspendido en el cielo llamado Kuxa’an Suum, “Cuerda Viviente”.


Es la misma figura plasmada en el Codex Vindobonensis con la imagen del dios Ehecoatl-Quetzalcóatl descendiendo por una ‘escalera’ desde una plataforma celeste. Es el camino suspendido en el cielo llamado Kuxa’an Suum, “Cuerda Viviente” de la tradición mesoamericana.

La representación de estas ‘escaleras’ en el mundo prehispánico, corresponde a una figuración simbólica de un puente de unión o conexión entre los planos –el terrestre y el celestial–, basada originalmente en una realidad pretérita preservada en los mitos de los dioses y sus descendientes.

Rafael Videla Eissmann
24 de Septiembre de 2019


* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos.
Se prohíbe su reproducción).

martes, 1 de octubre de 2019

Sobre la inclinación del rehue: Eje Sagrado del Mundo


 La inclinación del rehue (Fotografía sin información).


El rehue o poste escalonado tallado en madera de la remota tradición lituche-araucana es una representación del Axis Mundi. Es la Columna Invisible, el símbolo del Eje del Mundo, el Árbol Cósmico-Polar. En su parte superior ostenta un rostro antropomorfo –evocación así del ANTHROPOS u Hombre Cósmico–.

En ocasiones la figura antropomorfa de los rehues posee la callana o “plato” que protegía del Sol la cabeza a los lituches o sobrevivientes del Gran Diluvio o Tripalafken.

Los ‘escalones’ del rehue permiten el ascenso simbólico por donde los antiguos machis e iniciados ascendían al Wenu Mapu, esto es, a la “tierra del cielo”, donde moran los ancestros –los antupainko–.

Significativamente, en la ceremonia del Nguillatún (Pillantún), o rogativa al Dios Supremo, el rehue se emplaza en el centro del espacio sagrado o Nguillatuhue. Guiados por el o la machi o el ngillatufe, los participantes danzan en sentido levógiro en torno al rehue a los sones del kultrún –el tambor sagrado–, hasta la culminación del rito con los mantrams  Aum! Aum! Aum!

La sílaba sagrada OM.

Un rehue en la exhibición permanente del Museo Chileno
de Arte Precolombino.

Machi tocando su kultrún. Se puede observar la inclinación del rehue escalonado. Adviértase, asimismo, los símbolos del Sol en movimiento estampados en el kultrún (Fotografía de Martín Thomas. Sin fecha / Archivo Fotográfico Museo Chileno de Arte Precolombino).


Este rito, como el espacio donde se desarrolla y el símbolo del rehue, son una evocación mágico-religiosa del espacio que unía –une– la tierra –el Chili Mapu– al plano de los dioses pillanes y de los habitantes de las estrellas –el Wenu Mapu–.

Existe, junto a estos fundamentales elementos simbólicos esbozados aquí, un elemento intangible: La inclinación que presentan los rehues: Todos poseen un ángulo obtuso de aproximadamente 105 a 110 grados –siendo el eje el frontis antropomorfo–.

¿Cuál es la razón de esta característica? ¿Qué motiva esta distintiva inclinación? ¿Cuál fue su origen?

Nos inclinamos a pensar que esta inclinación es una evocación simbólica del antiguo eje terrestre, es decir, un símbolo del eje polar anterior a su cambio como motivo de la Gran Catástrofe.

La inclinación sería así una reminiscencia prediluvial.

No en vano un informante mapuche –herederos de la tradición de los araucanos– ha manifestado que el mapuche vive desde que es mundo, antediluvianos somos nosotros. Chao Ngenechen nos creó y nos dio la tierra en que vivimos (Rolf Foerster, Introducción a la religiosidad mapuche (1993). Página 77).

“Antediluvianos”. Sus descendientes preservaron a través de sus símbolos y mitos los componentes de una cosmovisión total.

Rafael Videla Eissmann
20 de Septiembre de 2019


* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos.
Se prohíbe su reproducción).