La clava es un emblema lítico de poder y autoridad de los toki (“líder guerrero”) y de los cinchekona (“líder supremo”) de la inmemorial tradición lituche-araucana.
Su forma tradicional se caracteriza por una parte superior similar a una media luna con la presencia usual de un círculo central y una parte inferior que es básicamente un “puño” o “empuñadura”. La mentada forma de media luna llevó a muchos arqueólogos, etnólogos e investigadores a creer y considerar que la clava es una figuración totémica zoomorfa del loro tricahue (Cyanoliseus patagonus). Sin embargo, este emblema posee una significancia más profunda pues ostenta simbólicamente los astros del cosmos: Se trata de la Luna o Küyen y del Sol o Antü y en ocasiones de la estrella doble de Venus o Yephun-Oiehuen.
Ahora bien, se ha indicado que esta es la forma tradicional pues no es la única. Existen variedades locales y asimismo en sus “motivos” o “diseños”. En este sentido, y haciendo hincapié en El Árbol Sagrado Irminsul, los jurúna amazónicos y el “fin del mundo” (https://losvikingosenamerica.blogspot.com/2022/05/el-arbol-sagrado-irminsul-los-juruna.html) sobre las claves de la tradición indogermana en América del Sur, una excepcional clava comprueba estas aseveraciones –en relación con el origen, significados y proyecciones del símbolo del Árbol Cósmico, véase mi obra Irminsul. Simbolismo en torno al origen de la raza polar (2017)–.
Esta clava presenta las dos volutas o “brazos” torcidas hacia abajo –tal como se observa en numerosas representaciones en Germania y Escandinavia–. En su parte central se observa un disco en sobre-relieve del cual emanan diez rayos grabados de forma triangular –este conjunto posee una doble línea–. El interior de los rayos posee un patrón de líneas cruzadas.
La figura alcanza cerca de 30 cm de alto.
Esta extraordinaria clava pertenece a la colección del Museo Andino de la Fundación Claro Vial.
El disco es en realidad una evocación del Sol Interior o “Sol Humeante”, el Sol del Minche Mapu o “Mundo Subterráneo” –de la Tierra Hueca– y las volutas corresponden a la representación de las aperturas polares –tal como se observa en la ilustración del Chicomoztoc, el “Lugar de las Siete Cavernas” de la tradición mexica-azteca y de la cual surgieron los grupos chichimecas hacia Cholula y donde se pueden advertir las ‘volutas’ características de la Columna Polar-Irminsul como ramas en la ‘apertura’ de una de las cavernas, de acuerdo al códice Historia tolteca-chichimeca del siglo XVI resguardado en la Bibliothèque Nationale de Francia–.
Ciertamente, este símbolo evidencia la raíz común del sustrato aborigen del Chili Mapu y de Germania.
A la presencia de este símbolo en ambas regiones se debe agregar por cierto la trascendental analogía del Sol-Antü de los lituche-araucanos con la Hakenkreuz o “cruz de ganchos” de los germanos; la presencia en ambas regiones de símbolos rúnicos y por cierto, los “atuendos” mágico-religiosos de la tradición de la Araucanía con aquella de los Buttnmandl del valle de Berchtesgaden.
Este símbolo pertenece a la herencia sacra de los “dioses del firmamento”, los poderosos hówen-pillanes de los chiliche, los “hombres de Chile” y sus descendientes.