El símbolo del Árbol del Mundo es en realidad la figuración gráfica del Eje Polar. Corresponde, de hecho, a la mitad hemisférica septentrional y boreal, constituyendo las características volutas proyectadas en direcciones opuestas la representación de la superficie inmediatamente próxima a los polos, es decir, la figuración de las aperturas polares: El Eje del Mundo –el Irminsul/Yggdrasil– es un símbolo de la representación de la Tierra Hueca.
La cognición de la Tierra Hueca resuena en los legendarios relatos de Agartha, Shambhala y el Rey del Mundo en el eje Tíbet-India, en las tradiciones de los habitantes del inframundo en la montaña sagrada de Untersberg y el Káiser y su Batallón Astral (Wuotis Heer) en Alemania y Austria y del Reino de los Gigantes –la Ciudad de los Césares –los viracochas o Dioses Blancos, en la Patagonia de Chile.
Esto, pues en cada una de estas regiones se ha preservado el origen polar del hombre, es decir, su aparición desde la tierra: Véase al respecto la obra de Lokmaya Bal Gangadhar Tilak, The Artic Homes in the Vedas. Being Also a New Key to the Interpretation of Many Vedic Texts and Legends (“El Hogar Ártico en los Vedas. Siendo también una nueva clave en la interpretación de muchos textos y leyendas védicas”. 1903) en la que concibe el origen polar ártico de la civilización ario-védica según cálculos astronómicos expuestos en los himnos sánscritos del Rigveda y en Chile, por su parte, el profesor Roberto Rengifo enunció el origen polar antártico del hombre inicialmente en la Sesión General de 29 de Diciembre de 1919 de la Société Scientifique du Chili (Actas de las Sesiones. Sesión General de 29 de Diciembre de 1919. Página XXXVII), concepción expuesta además en Los chiles (1920) –tercera parte de El Secreto de la América Aborigen– y en El papel del territorio de Chile en la evolución de la humanidad prehistórica (1935).
Dos fuentes replican esta cosmovisión: En De origine et situ Germanorum (Ca. 98) Tácito señala sobre los germanos: Yo creería que los germanos tienen su origen en la misma tierra, y que no están mezclados con la venida y hospedaje de otras gentes. Y más abajo, en la misma obra: Celebran [los germanos] en versos antiguos (que es sólo el género de anales y memoria que tienen) un dios llamado Tuiston, nacido de la tierra, y su hijo Manno, de los cuales, dicen, tiene principio la nación.
Un eco tardío de esta misma noción fue expresada por la descendiente de machi Quinturay Raypán de Nueva Imperial, en la Araucanía, en el sur de Chile, al sostener que la raza araucana procede de la tierra –apuntando con su dedo índice de la mano derecha al mapu o tierra– (Conversación personal sostenida con el autor en la ciudad de Santiago de Chile, el día 1º de Marzo de 2005).
A estas fuentes debemos agregar por cierto la ilustración de Chicomoztoc o Lugar de las Siete Cavernas de la tradición mítico-mágico azteca consignada en el códice Historia tolteca-chichimeca del siglo XVI la cual da cuenta de la aparición de los grupos chichimecas hacia Cholula a través de las ‘aperturas’ de una de estas cavernas o ‘salidas’ desde el interior de la tierra y cuya representación es el símbolo del Irminsul o Eje Polar, el Árbol-Mundo.
Se puede concluir que la presencia y abundancia de esta ideografía sagrada a escala global es una resonancia del origen de la raza polar –los dolicocéfalos– que luego fue difundida por el movimiento de los Caminantes de la Aurora –Völkerwanderung– y luego heredado y preservado por las distintas ramas de los descendientes de este grupo primordial.
* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos. Se prohíbe su reproducción).