domingo, 1 de mayo de 2022

El Árbol Sagrado Irminsul, los jurúna amazónicos y el “fin del mundo”


El Árbol del Mundo, el Irminsul (Yggdrasil).


Muchas de las claves de la vasta tradición indogermana se descubren en el continente que hoy denominamos «América del Sur». Esta intuición inicial se transformó en campos de investigación historiográfica que plasmé en mis trabajos Huitramannaland. La tierra de los hombres blancos (2005), Signos rúnicos en la América del Sur (2006), Símbolos rúnicos en América. El regreso a la tierra ancestral (2011) y especialmente en Irminsul. Simbolismo en torno al origen de la raza polar (2017).

Mas, estas antiquísimas relaciones habían sido ya vislumbradas por el sabio paceño Emeterio Villamil de Rada –en De la primitividad americana (1876) y La lengua de Adán y el hombre de Tiahuanaco (1888)– y en nuestra época por la extraordinaria investigadora ecuatoriana Ruth Rodríguez Sotomayor –en trabajos como Kara Maya, Raza Madre de la Humanidad (2004), Historia de las Bibliotecas Preamericanas (2009) y El mensaje oculto de los libros líticos andinos. El origen de los arios está en Preamérica (2013), entre otras obras–.

Una prueba de estas claves se relaciona con el Árbol Sacro de los germanos, el Irminsul-Yggdrasil, el Árbol del Mundo o “Weltbaum”, el Fresno (Esche) Mágico que sostiene los cielos y que ha sido representado como un poste con dos volutas-ramas-brazos. Así se observa en una pieza del Germanendom preservada en la iglesia de San Pedro en Obermarsberg, en Alemania y en el templo de Externsteine, en el bosque de Teutoburgo en Ostwestfalen-Lippe, también en Alemania –a pesar de ser una representación cristiana–.

De modo significativo, este mismo símbolo se encuentra entre los lituche-araucanos –los verdaderos “hombres de la tierra”– de Chile, en bellísimas piezas líticas, cerámicas, textiles y joyería –estos últimos, verdaderos talismanes–.

Izquierda: Joya araucana con el símbolo del Irminsul, el Árbol-Eje del mundo. Derecha: Figura lítica
del Irminsul, preservada en la iglesia de San Pedro en Obermarsberg, en Alemania.

El sobre-relieve del Irminsul torcido en Externsteine en el Bosque
de Teutoburgo en Ostwestfalen-Lippe, en Alemania.

El símbolo sacro se encuentra además en Mesoamérica: Es el Árbol-Eje del mundo que sostiene el firmamento y que es resguardado por los poderosos dioses b’aah kab’ (bacaab) quienes “sujetan las cuatro esquinas del cielo”.

El Irminsul en las fojas 75 y 76 del Códice de Madrid.


¿Cómo se puede explicar la similitud en las formas y especialmente el significado en el Chili Mapu, el Anáhuac y Germania? ¿Coincidencia? ¿Influencia? ¿Cuál fue el origen? Contrariamente a las presunciones historiográficas –la llamada “historia oficial”–, la respuesta es evidente: Hubo una antiquísima raíz común que resuena por doquier en la historia primitiva: Los arios.

Pues bien, un relato mítico de los jurúna –cuyo nombre verdadero es yudjá– de la cuenca del río Xingú en Brasil, hace referencia a un poste bifurcado, símbolo del Axis Mundi, que al ser derribado ocasionará el “fin del mundo” o la próxima Gran Catástrofe:

Sinaa fue el antepasado felino de los juruna, una tribu india de la región del río Xingu, en el Brasil. El padre de Sinaa fue un gigantesco jaguar, y su madre, una mujer.

Por alguna razón desconocida, el padre y el hijo tenían los ojos colocados en la parte de atrás de sus cabezas. Sinaa era muy viejo “pero volvía a ser joven cada vez que tomaba un baño y se despojaba de la piel por encima de la cabeza, como un saco”.

El fin del mundo sobrevendrá, según los juruna, cuando Sinaa decida derribar el enorme poste bifurcado que sostiene el cielo (Cotterell, A. (Compilador). Mitos. Enciclopedia de mitología universal. Página 270).

El “enorme poste bifurcado que sostiene el cielo” es el Irminsul.

Y el “fin del mundo” es el Götterdämmerung, el “Crepúsculo de los Dioses”, de los aesir –los “hijos del firmamento”–. Es la Gran Catástrofe que asoló a la Tierra desde la asimilación de la Luna Terciaria, hasta su despedazamiento ocurrido hace 580.000 años aproximadamente siguiendo los postulados de la Cosmogonía Glacial (Hörbiger, H. & Fauth, Ph. Hörbigers Glazial Kosmogonie. Eine neue Entwicklungsgeschichte des Weltalls und des Sonnensystems. Página 361) y que significó extensos movimientos transcontinentales después de la estabilización del nivel de las aguas y de las condiciones geo-atmosféricas del nuevo eje terrestre.

Estos son los movimientos aducidos por el arqueólogo Edmund Kiss desde América del Sur hacia Europa que emprendió el sustrato ario-andino-atlante y que será la base de los germanos.

Más aún: En el relato mítico jurúna se hace mención de Sinna, el “antepasado felino”: ¿Es posible relacionar al dios-león Sinaa con el ídolo cúltico conocido como Löwenmensch u “Hombre-León” descubierto en la cueva de Hohlenstein-Stadel en el valle de Lone, Baden-Wurttemberg, en Alemania? El Löwenmensch fue labrado en marfil de mamut y alcanza una altura de 31 cm y un diámetro aproximado de 6 cm de diámetro y posee una antigüedad en torno a los 40.000 años.

El Löwenmensch u “Hombre-León” descubierto en la cueva de Hohlenstein-Stadel
en el valle de Lone, Baden-Wurttemberg, en Alemania.


Las “coincidencias” resultan numerosas al observador atento.

Se vislumbra, así, que las claves de la historia real se encuentran en los símbolos y los mitos de la antigüedad –más allá de la limitadísima comprensión que de estos tenga la psyqué de los individuos del mundo moderno–.

Aquí y allá, los símbolos y los mitos nos comunican los conocimientos ancestrales de los dioses y de las fuerzas de la Naturaleza.

Rafael Videla Eissmann
20 de Marzo de 2022


Bibliografía

Cotterell, Arthur (Compilador)
Mitos. Enciclopedia de mitología universal. Ediciones Ariel. Barcelona, 1988.

Hörbiger, Hanns & Fauth, Phillip
Hörbigers Glazial Kosmogonie. Eine neue Entwicklungsgeschichte des Weltalls und des Sonnensystems. R. Voigtländer’s Verlag. Leipzig, 1913.

Videla Eissmann, Rafael
Huitramannaland. La tierra de los hombres blancos. Ediciones Riapantú. Santiago de Chile, 2005.
_ Signos rúnicos en la América del Sur. Ediciones Tierra Polar. Santiago de Chile, 2006.
_ Símbolos rúnicos en América. El regreso a la tierra ancestral. Prólogo de Vicente Pistilli. Editorial JG. Quito, 2011.
_ Irminsul. Simbolismo en torno al origen de la raza polar. Ediciones Tierra Polar. Santiago de Chile, 2017.


* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos.
Se prohíbe su reproducción).