La sustancial premisa expuesta por el profesor Roberto Rengifo en torno a la migración desde Chile hacia el norte de los viracochas, fundando en el altiplano andino la primera ciudad monumental, en lo que hoy se llama Tihuanaco, hace 14.000 años (Rengifo, R. El papel del territorio de Chile en la evolución de la humanidad prehistórica. Página 11), encuentra resonancias en las investigaciones desarrolladas por el arqueólogo Adolph Bandelier quien definió asimismo que Tiahuanaco fue construido por un pueblo que venía del sud, los chiloes (chili) (Lauri, Y. B. Una atrevida interpretación de la Portada del Sol. Página 622).
Esta concepción es expresada de igual forma por nuestro connotado historiador Carlos Keller al señalar que Viracocha habría tenido su origen en Chile, predicando lo que ellos [los caciques del valle del Mapocho] resumieron en esa ocasión. Este “héroe cultural” (nombre que se da por la ciencia a estos emisarios del Ser Supremo que aportan la cultura a los hombres) se habría dirigido desde Chile a Perú, propagando por doquier sus enseñanzas. Allá, sin embargo, los incas se habrían apartado de ellas, pervirtiéndose. Vemos en esta variante la animadversión de los mapuches [araucanos] contra el dominio incaico (Keller, C. Mitos y leyendas de Chile. Páginas 71 y 72 [Esta migración ocurrió mucho tiempo antes de los incas del Tahuantinsuyu ~ Nota del autor].
Keller, a su vez, rescató una interesante fuente etnohistórica del norte de Chile donde ha dado cuenta de la fundación de Tiahuanaco por un grupo proveniente de Chungará –en la Región de Arica y Parinacota–. En este sentido, Keller ha escrito: Muchos creen que aquella cultura es original de Tiahuanaco y que se propagó desde allá a todas partes, pero la verdad es que existió mucho antes en Chungará, cuyos vecinos se fueron a radicar allá. Y si tal afirmación necesitare ser probada, el incrédulo se cerciorará de inmediato de la verdad al examinar la capilla existente en Parinacota, pues al construirla se han incluido en su fábrica algunas antiquísimas columnas con adornos fálicos y que ahí se han conservado, como prueba latente de que aquella cultura tuvo su origen en Chungará (Keller, C. Mitos y leyendas de Chile. “El Paraíso de Chungará”. Páginas 90-93).
Es la leyenda áurea de los wari wira qucha runa. Los hombres-dioses de la Ante-Historia.
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