lunes, 27 de diciembre de 2021

Tiahuanaco fue “construido por un pueblo que venía del sud, los chiloes”


La migración civilizadora de los chili-viracochasPrimera imagen: Figura antropomorfa labrada en oro de Viracocha en Guatacondo, en la Región de Tarapacá, en Chile. Segunda imagen: Pictografía de uno de los viracochas representados en la Cachoeira Resplendor, en Pará, Brasil. Tercera imagen: Petroglifo de Viracocha en Ometepe, en el noreste del volcán Coatlán –o volcán Maderas–, en Nicaragua. Cuarta imagen: Los viracochas en el Parque Estatal del Bosque Petrificado de Ginkgo –a lo largo del río Columbia–, en el Estado de Washington, en Estados Unidos.



La remotísima historia del mundo prehispánico de Chile ha sido cimentada sobre teorías basadas en la historiografía evolucionista y difusionista –desde aquellos iniciales estudios etnológicos de mediados del siglo XIX con sus antecedentes en la visión judeocristiana de los cronistas, a las imposiciones indígenas-marxistas de la historiografía contemporánea–. Esta es la “historia oficial”, un summum de lucubraciones, repeticiones entre las “autoridades” de arqueología, antropología e historiografía y la imposición del dogma indigenista en torno a lo así denominados “pueblos originarios”.

Más allá de esta lánguida historiografía, existen numerosos campos que permiten una aproximación a la historia real del Chili Mapu y de América y que se vislumbra a través de los mitos y los símbolos pertenecientes al sustrato pre-indígena, es decir, a los paleoamericanos, el grupo dolicocéfalo primordial. A los hijos de los ídolos –los dioses– como le fue informado al conquistador Pedro Pizarro en la Relación del Descubrimiento y Conquista de los Reinos del Perú de 1571 que apareció en el tomo V de la Colección de documentos inéditos para la historia de España, en Madrid en 1844.

La irradiación del sustrato civilizador de los chilis en el continente americano comunicada por el profesor Roberto Rengifo, efectuada de sur a norte –la civilización nació en América y fue de sur a norte; este es el principio fundamental que propongo, y que según creo, es verídico, y aclara y evidencia todos los hechos arqueológicos (Rengifo, R. Los chiles. Página 32), o bien, el gran estudio comparativo y de relación estética aborigen se ha comenzado y, creo que ésta que dejo insinuada es la clave verdadera: Ir de sur a norte y no de norte a sur (Rengifo, R. Noticias y comentarios arqueológicos. Página 8)– encuentra resonancias en los estudios de investigadores como el arqueólogo Adolph Bandelier, el naturalista Francisco P. Moreno, el arqueólogo Arthur Posnansky y el historiador Carlos Keller. De esta manera, Bandelier definió precisamente que Tiahuanaco fue construido por un pueblo que venía del sud, los chiloes (chili) (Lauri, Y. B. Una atrevida interpretación de la Portada del Sol. Página 622).

Chiloé, contrariamente a la creencia vulgar que desglosa su etimología a “lugar de gaviotines” o “cáhuiles”, es una castellanización colonial de Chili-hue, es decir, “lugar de los chiles”. Esto, por cuanto el archipiélago chilote fue la patria de los chilis y que corresponde, en términos geológicos, a un continente sumergido –como lo pudo constatar el naturalista Francisco P. Moreno en su eximia obra Patagonia: Resto de un antiguo continente hoy sumergido. O el núcleo zoogénico antártico (1882)–.

La trascendental noción esgrimida por Rengifo se entronca, asimismo, con los estudios del profesor Arthur Posnansky en Conexiones prehistóricas México-centroamericanas con la antigua Metrópolis de los Andes –trabajo presentado en el VII Congreso Científico Panamericano en 1932– y en Puntos de contacto lingüístico y dogmático en la América prehispánica –en El pasado prehistórico del Gran Perú (Alto y Bajo Perú): Tipos aruwac y kholla en la cerámica de Tiahuanaco aparecido en 1940–: El carácter nuclear de Tiahuanaco, la “metrópolis de los viracochas” o Dioses Blancos y la irradiación de sur a norte de la civilización en el continente americano. Ciertamente, esta concepción de Tiahuanaco como Völkerheimat o “Patria Originaria”, posee antecedentes en las ideas desarrolladas por el sabio Emeterio Villamil de Rada en su fundamental obra La lengua de Adán y el hombre de Tiahuanaco (1888) y las investigaciones del mentado Bandelier sobre la procedencia austral de los fundadores de la gran metrópolis andina expuesta en The Ruins at Tiahuanaco (“Las ruinas de Tiahuanaco” de 1911).

Ahora bien, la misma noción presentada por Rengifo fue anunciada por el historiador Carlos Keller al dilucidar que Viracocha habría tenido su origen en Chile, predicando lo que ellos [los caciques del valle del Mapocho] resumieron en esa ocasión. Este “héroe cultural” (nombre que se da por la ciencia a estos emisarios del Ser Supremo que aportan la cultura a los hombres) se habría dirigido desde Chile a Perú, propagando por doquier sus enseñanzas. Allá, sin embargo, los incas se habrían apartado de ellas, pervirtiéndose. Vemos en esta variante la animadversión de los mapuches [araucanos] contra el dominio incaico (Keller, C. Mitos y leyendas de Chile. Páginas 71 y 72 [Esta migración ocurrió mucho tiempo antes de los incas (Nota del autor)].

Más aún: La crónica que lleva por título Memorias antiguas, historiales y políticas del Perú o el Ophyr de España (1630) de Fernando de Montesinos quien de acuerdo el historiador José Toribio Medina conocía como ninguno los orígenes peruanos, apoyándose en antecedentes de un orden semejante a los que han servido de base a modernos escritores, sostiene que como quinientos años después del Diluvio, el Perú se cubrió de habitantes, que llegaron allí de diversas regiones, y hasta del mismo Chile. Asevera asimismo –indica De Montesinos– que el inca Cao-Manco, casi en vísperas de su muerte, tuvo noticia de que los chiriguanos y los naturales de Tucumán y Chile, naciones muy pobladas y guerreras, marchaban a invadir el Perú; y que después de haber llegado efectivamente hasta allí, plantaron nuevas idolatrías (Medina, J. T. Los aborígenes de Chile. Página 30). 

La obra de Fernando de Montesinos fue escrita hacia 1630 y sólo publicada en Madrid en 1882.

Condensando estas nociones, la antropóloga e historiadora del mundo andino, María Rostworowski, determinó en su estudio Estructuras andinas del poder (1983) que el avance de los viracochas es de sur a norte (Rostworowski, M. Estructuras andinas del poder. Página 39).

Más allá de la impostura de la historiografía indigenista, resuena el estruendo de la tradición primordial del Chili Mapu y sus habitantes.

Rafael Videla Eissmann
25 de Diciembre de 2021


Bibliografía

I. Fuentes

De Montesinos, Fernando
Memorias antiguas historiales y políticas del Perú. Seguidas de las informaciones acerca del Señorío de los Incas, hechas por mandado de don Francisco de Toledo, Virrey del Perú (1644). Colección de libros españoles raros o curiosos. Tomos XV y XVI. Imprenta de Miguel Ginesta. Madrid, 1882.


II. Obras

Villamil de Rada, Emeterio
La lengua de Adán y el hombre de Tiahuanaco. La Paz, Imprenta de La Razón, 1888.

Keller, Carlos
Mitos y leyendas de Chile. Editorial Jerónimo de Vivar. Santiago de Chile, 1972.

Medina, José Toribio
Los aborígenes de Chile (1882). Segunda edición. Introducción de Carlos Keller. Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina. Santiago de Chile, 1952.

Moreno, Francisco P.
Patagonia: Resto de un antiguo continente hoy sumergido. En: Anales de la Sociedad Científica Argentina. Tomo XIV. Segundo semestre de 1882. Imprenta de Pablo E. Coni. Buenos Aires, 1882.

Posnansky, Arthur
El pasado prehistórico del Gran Perú (Alto y Bajo Perú): Tipos aruwac y kholla en la cerámica de Tiahuanaco. Editorial del Instituto Tihuanacu de Antropología, Etnografía y Prehistoria. La Paz, 1940.
_ Origen del culto y cultura en las tres Américas. 21 clichés y un mapa. En: XXIV Congreso Internacional de Americanistas. Hamburgo, 1930.
_ Conexiones prehistóricas México-centroamericanas con la antigua Metrópolis de los Andes. En: VII Congreso Científico Panamericano. México D. F., 1932.
_ Tihuanacu: La cuna del hombre americano / Tihuanacu: The Cradle of American Man. Tomo I. Editado por Arthur James F. Shearer. Texto bilingüe. J. J. Augustin. New York, 1945. Tomo II. Editado por Arthur James F. Shearer. Texto bilingüe. J. J. Augustin. New York, 1957. Tomo III y IV. Editorial Don Bosco. Ministerio de Educación de la República de Bolivia. La Paz, 1957.

Rengifo, Roberto
El Secreto de la América Aborigen. I. Noticias y comentarios arqueológicos. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1919.
_ El Secreto de la América Aborigen. II. Estractos de Actas de la Sociedad Científica. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1920.
_ El Secreto de la América Aborigen. III. Los chiles. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1920.
_ Arte gráfico y poético de los primitivos y los chiles. Impreso en los Talleres de la Empresa Zig-Zag. Santiago de Chile [1920].
_ El Secreto de la América Aborigen. IV. Extractos de Actas de la Sociedad Científica. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1921.
_ El papel del territorio de Chile en la evolución de la humanidad prehistórica. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1935.

Rostworowski, María
Estructuras andinas del poder. Ideología religiosa y política. Instituto de Estudios Peruanos. Serie Andina / 4. Lima, 1997.
_ Historia del Tawantinsuyo. Instituto de Estudios Peruanos. Serie Andina / 13. Lima, 1998.

* Fernández Navarrete, Martín; Salvá, Miguel & Sainz de Baranda, Pedro
Colección de documentos inéditos para la historia de España. Tomo V. Imprenta de la Viuda de Calero. Madrid, 1844.


III. Artículos

Lauri, Yole Beatriz
Una atrevida interpretación de la Portada del Sol. En: Histonium. Año VII. Nº78. Buenos Aires, Septiembre de 1945.

Posnansky, Arthur
Retratos y recuerdos de animales extinguidos en la cerámica de Sudamérica. En: Boletín de la Sociedad Geográfica de La Paz. Litografía e Imprenta Moderna. La Paz, 1919. 


* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos. Se prohíbe su reproducción).