lunes, 4 de julio de 2022

Los Dioses de Chile


Representación petroglífica de un viracocha, cerca de Monte Patria, en la Región de Coquimbo,
en el norte de Chile (Fotografía de Rafael Videla Eissmann, 2016).


Antes de los hombres, antes del tiempo, en la tierra sagrada de Chile, vivieron los dioses.

Fueron seres astrales –extraterrestres– que se plasmaron, parcialmente, antes de la fijación del Eje terrestre, antes del inicio de la palanca de la Gravitación, el Tiempo y sus ciclos.

Arribaron desde más allá de las estrellas, desde el otro lado, a través de Venus, creando o plasmando la Belleza del Paisaje, la Belleza del Mundo: Sus montañas, sus ríos, lagos, sus bosques, sus quebradas y playas como reflejo del Mundo de Luz.

Chile fue la Patria de los Dioses, es decir, de los hówen –los “espíritus”–, de los antupainko –los Hijos del Sol–, de los poderosos pillanes, de los chel-kura y de los venerados viracochas (Huara-Cocha-Ché). Sus descendientes, forjaron por medio de la voluntad la manifestación más pura de su sangre sobre la tierra: La cosmovisión o Ad-Mapu, las “leyes de la tierra” de los chiliche o araucanos.

Con propiedad, son ellos quienes se reconocieron como descendientes de los lituche o glyche, es decir, de los “primeros hombres” –los hombres primitivos o del principio según el abate Juan Ignacio Molina en su Compendio de la historia geográfica, natural y civil del Reino de Chile (1776) y la humanidad blanca y clara originaria del Polo Antártico de acuerdo al profesor Roberto Rengifo en El papel del territorio de Chile en la evolución de la humanidad prehistórica (1935)–. Pues ellos fueron los hijos de los dioses, los verdaderos “hombres de la tierra” (mapuche) –tal como me lo expresara la maestra Quinturay Raypán en Nueva Imperial, en la Araucanía, indicando con su dedo índice la tierra, el Minche Mapu– y cuyos vestigios anteceden toda la historia conocida y que se remonta en términos arqueológicos, a las magníficas y fascinantes manifestaciones líticas de la primera humanidad.

Un eco de todo esto fue la expedición de un grupo de alemanes (1935) para investigar el origen de su raza en Tierra del Fuego, en Karukinka, la antesala de la Antártida.

Rafael Videla Eissmann
4 de Julio de 2022

* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos. Se prohíbe su reproducción).