sábado, 8 de agosto de 2020

Las runas de los kachinas, los dioses de los hopis


 “Muñecos” kachina (Fotografía de Edward S. Curtis, 1921).


Quebrantando las premisas de la historiografía ortodoxa, y por ello, realizando una observación auténticamente lógica, es posible constatar las huellas del ‘alfabeto’ rúnico en determinas representaciones de los kachinas de los hopis –cuyos territorios comprenden la región que comprende lo que hoy es el sureste de Utah, el noreste de Arizona, el noroeste de Nuevo México y el suroeste de Colorado, en Estados Unidos–.

Los kachinas son los poderosos dioses –“espíritus”– descendidos de las estrellas y que enseñaron a los hombres las Ciencias Sagradas. Sin embargo, tras la última Gran Catástrofe –el Götterdämmerung o Tripalafquen– y con el inicio del Cuarto Sol o Mundo –la edad actual–, los kachinas regresaron a las estrellas.

La runa Sieg.

La runa Man y Ehwaz, respectivamente.


Hemos demostrado la presencia del alfabeto mágico de Wotan-Odín, es decir, del Futhark, en prácticamente todo el continente americano antes de la irrupción peninsular del siglo XV.

Las runas en América no se deben, como se creería, a la acción de grupos nórdicos desde el siglo XII o XIII exclusivamente –la tesis de Jacques de Mahieu y de Vicente Pistilli– sino que corresponde al conjunto de ideografías sagradas de los dioses ancestrales, es decir, de la raza dolicocéfala primordial y su civilización a escala continental.

Es la idea fundamental que hemos presentado en Símbolos rúnicos en América. El regreso a la tierra ancestral (2011).

El retorno a Huitramannaland, la “tierra de los hombres blancos”.

La runa Tyr.

La runa Odal y Hagal, respectivamente.

La runa de ocho brazos.


En consecuencia, las sagradas runas se constatan en las representaciones de los dioses kachinas –independientemente del hecho que se trate, en ocasiones, de expresiones contemporáneas– como asimismo, en sus diversas manifestaciones petroglíficas, textiles y de cerámica.

Los mitos y los símbolos de los hopis son, entonces, la herencia de los dioses astrales. Son las bases de su cosmovisión que se proyecta en este Cuarto Mundo a la espera de los kachinas que liderados por Pahana, el Hermano Blanco, regresarán con el Nuevo Sol.

Rafael Videla Eissmann
20 de Junio de 2020


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