viernes, 1 de junio de 2018

La runa Man en Lapa do Santo, Brasil


 El petroglifo antropomorfo descubierto en Lapa do Santo, Brasil. La runa Man.


Un petroglifo antropomorfo descubierto hacia Julio de 2009 en la cueva de Lapa do Santo en la región de Lagoa Santa –un refugio de piedra caliza en el sector norte de Lagoa Santa Karst, a unos 60 km de Belo Horizonte en Brasil–, presenta una antigüedad datada por los vestigios arqueológicos basados en radiocarbono y OSL entre 9000 y 11.000 años.

Los estudios de este sitio arqueológico fueron liderados por Walter Neves de la Universidad de Sao Paulo.

La figura antropomorfa alcanza 30 cm de longitud y alrededor de 20 cm de ancho. Se caracteriza por su estilización en la cual destaca la longitud de la cabeza y de los brazos, hecho que lo asemeja notablemente a las representaciones de la raza astral de los hówen de la tradición mágico-iniciática de los selk’nam de Tierra del Fuego en Chile.

Imagen en blanco y negro e ilustración, respectivamente, de la misma figura.

Representaciones petroglíficas de los hówen de Tierra del Fuego, en Chile.


Los arqueólogos han concluido que esta figura correspondería a una manifestación cultural anterior a los Clovis (12.000 o 13.000 a. p.) y que por lo mismo se trataría de una de las representaciones petroglíficas más antiguas del continente.

Ciertamente, la cronología esbozada por el establishment de la historiografía ortodoxa debe limitarse a la teoría ocupacional norte a sur de América. Desde una perspectiva cosmoglacial la antigüedad sería mayor y se trataría de una manifestación del ciclo precedente (¡Involución!).

Más importante aún es el carácter simbólico de este petroglifo antropomorfo pues se asimila notablemente a la runa Man del Futhark germano, hecho que lo vincula necesariamente con la Lengua Sagrada de los hombres-dioses en su expansión civilizadora a escala global (Völkerwanderung).

Resonancias de la Lengua Sagrada son los símbolos proto-rúnicos y rúnicos de Europa, Asia, Polinesia y de América-Huitramannaland.

Es la herencia ancestral de la raza polar de los hombres-dioses que sentaron las bases de las culturas y civilizaciones conocidas y cuyos orígenes se sumergen en la época mítica de la última gran catástrofe planetaria: ¡El Götterdämmerung de los asen o Tripalafkén de los lituches!

Rafael Videla Eissmann
27 de Febrero de 2018


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