miércoles, 2 de marzo de 2011

Presencia vikinga en territorio paraguayo


Vikingos en América

Según la tradición oral y algunos restos arqueológicos, los vikingos formaban una sociedad dominada por la casta militar, a cuya cabeza estaba el rey; desarrollaron las técnicas armamentística y de navegación y ellas les permitieron extender rápidamente sus conquistas y crear una extensa red comercial. Los vikingos, a pesar de ser considerados un pueblo pirata, ejercieron una gran influencia cultural y artística en toda Europa. Esto fue desde el siglo VIII al XI. Entre los restos arqueológicos se destacan las construcciones militares geométricas, encuadradas en fuertes rectangulares; las piedras rúnicas, primeros soportes para la escritura; o los barcos funerarios que contenían la cámara funeraria e importantes tesoros.

Probablemente los vikingos alcanzaron las costas nororientales de América hacia el año 1000. Subrayamos lo de “probablemente” porque para muchos estudiosos existe la certeza de que estuvieron en gran parte de nuestro continente.

Inscripción rúnica en Kaerstad, Noruega.


En Paraguay

El profesor Vicente Pistilli, conocido defensor de la teoría de la presencia vikinga en el Paraguay, nos habla de las huellas de las runas -la escritura vikinga- grabadas en el cerro Guazú, departamento de Amambay. Y también de los rastros biológicos. “La virtualmente extinta tribu guayakí -nos dice- desciende de un conjunto humano de raza biotipo longilíneo. Lo hemos comprobado científicamente. Los guayakí son de raza blanca, ligeramente mestizados con mujeres amerindias en una época relativamente reciente.

Los varones guayakí tienen la piel clara, barba tupida, el pelo les ralea en la coronilla y el microscopio revela que es pelo propio de la raza blanca”.

Inscripción rúnica en el cerro Guazú en Amambay, Paraguay.


La vinculación que el profesor Pistilli encuentra de los guayakí con los vikingos está referida también a la armadura, el código, el mensaje del mito. En las dos mitologías, la primera pareja humana está creada con elementos vegetales y minerales.

Los espíritus malignos guaraní y escandinavos se casan con hijas de la primera pareja y engendran monstruos. En ambas mitologías se registra una catástrofe universal. “Los guayakí -agrega el profesor Pistilli- están vinculados con una población de tipo ario, cuya presencia en el altiplano, siglos antes del Descubrimiento, fue probada nada menos que por trescientas momias rubias encontradas en Paracas y otros lugares del Perú. Creemos que los incas eran vikingos”.

Hacia fines de la década del sesenta del pasado siglo, el geólogo del Ministerio de Obras Públicas Pedro González encontró en el departamento de Amambay ciento cincuenta y siete grutas con las paredes cubiertas con las inscripciones rúnicas.

En la siguiente década, el profesor Jaime M. de Mahieu, de la Universidad Nacional de Buenos Aires y autor, entre otros libros, de El Rey Vikingo del Paraguay (1979), estudió junto con el runólogo alemán Herman Munk, sesenta y una de esas inscripciones en cuestión.

Las conclusiones a las que llegaron los nombrados profesores son que algunas de las inscripciones son rúnicas de diseño clásico y otras revelan un largo proceso de degeneración gráfica. El profesor Munk pudo reconocer también un dialecto medieval que se hablaba en Schleswig (Alemania).

“De cualquier manera -dice el profesor Pistilli- las huellas de los vikingos están presentes en el acervo paraguayo como en su idioma nativo, el guaraní”.

Alcibíades González Delvalle
Diario ABC. Paraguay, Domingo 4 de Marzo de 2007.


Cestería de los mbyá-guaraní con el símbolo de la runa sieg. Colección Museo Etnográfico Doctor Andrés Barbero de Asunción, Paraguay.