Detalle del mapa de Petrus Bertius del Estrecho de Magallanes (“Fretum Magellanicum”, 1602)
donde se observan a dos gigantes o viracochas en el Patagonum Regio en Chiloé continental.
En el texto intitulado Los thalers holandeses de Chiloé escrito por Marcelo Fuentes Sepúlveda y publicado en Historias acuñadas de la Asociación Numismática de Chile (Anuario 2009) se indaga parcialmente la presencia de población de características étnicas distintas a las indígenas en el sur de Chile y su probable procedencia europea. Sin embargo, se vislumbra su origen local, es decir, aborigen.
Una resonancia de la población autóctona del Chili-Mapu y una corroboración más de la existencia de los chiles de las Guaitecas que enunciara el profesor Roberto Rengifo.
Ubicación de la isla Chulín en el archipiélago de Chiloé.
De esta manera, Marcelo Fuentes Sepúlveda ha señalado en torno a la población de la isla Chulín –una de las seis islas Desertores, el conjunto más oriental de islas del archipiélago de Chiloé–, en Chaitén, en la Patagonia chilena: En la población de Chulín (cien habitantes), por ejemplo, es frecuente la presencia de personas rubias con ojos azules. Esto, sin embargo, no prueba esta relación [con población europea], porque las crónicas de la época de la conquista española recuerdan la presencia de grupos mapuches rubios (la totalidad de la población de Boroa). E incluso en las “cartas anuas” de los misioneros jesuitas que se asentaron en Chiloé desde 1606, en varias ocasiones se afirma que “la piel de la población araucana de Chiloé es muy clara, de modo que los niños indígenas son indistinguibles de los niños españoles” (Marcelo Fuentes Sepúlveda, Los thalers holandeses de Chiloé. En: Historias acuñadas de la Asociación Numismática de Chile. Anuario 2009. Editado por Gamalier Varela. Santiago de Chile, 2009. Página 24).
Rafael Videla Eissmann
16 de Febrero de 2018
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