La más pobre de mis colonias, consume la flor de mis Guzmanes.
Felipe II, Rey de España
El estandarte de los araucanos con el símbolo sagrado de la estrella de Venus de acuerdo a la ilustración en la Historia general de los hechos de los castellanos en las islas i tierra firme del Mar Océano (1730) de Antonio de Herrera y Tordesillas. El símbolo de los chiles.
La lámina en la página 237 de la Historia general de los hechos de los castellanos en las islas i tierra firme del Mar Océano escrita por el cronista y soldado Antonio de Herrera y Tordesillas y publicada en la Oficina Real de Nicolás Rodríguez Franco en Madrid en 1730 pero cuya elaboración se remonta a 1601, describe la Batalla de Quilacura, la cual se enmarca la Guerra de Arauco y que tuvo lugar a cuatro leguas del río Bío-Bío, entre la expedición de los godos liderados por Pedro de Valdivia y araucanos liderados por el toqui Malloquete el 11 de Febrero de 1546.
En la mentada lámina se observa un batallón de guerreros araucanos con lanzas y montados a caballo (a la derecha) que se dispone a combatir contra los godo-hispanos (a la izquierda) –batallón del cual el propio Pedro de Valdivia reconocerá que dieron sobre nosotros siete u ocho mil indios, y peleamos con ellos más de dos horas, y se nos defendían bravamente, cerrados en un escuadrón, como tudescos– y en la cual, de forma significativa, se aprecia el símbolo de los araucanos: Un estandarte con el Guñelfe, es decir, la estrella de ocho puntas, el astro de Venus –Yephun-Oiehuen–, la luz más bella.
Detalle de la lámina con el símbolo en la crónica de Antonio de Herrera y Tordesillas.
Venus, el símbolo sagrado del origen –la Patria Astral–, es también, el símbolo del Chili-Mapu, la tierra de los hówen-pillanes. Los antuipanko.
¡La Guerra de Arauco! ¡La guerra de los chiles, de los araucanos, en combate sin tregua por la tierra y sus dioses con los conquistadores godos hasta el nacimiento de la raza chilena! Pues tal como ha dilucidado Armando Moock en su genial obra Mi Viejo Santiago. Chile de ayer y de hoy (1941): Se puede decir que el primer combate que los hispanos empeñaron con ellos [los araucanos], no terminó nunca y que fueron sus descendientes, los chilenos, quienes los vencieron por número y porque eran nacidos frente al mismo mar y al pie de la misma cordillera.
La ideografía de Venus se transmite arquetípica y simbólicamente a la Bandera de la Jura de la Independencia de 1818: Es el símbolo sagrado de Chile y sus habitantes.
Rafael Videla Eissmann
11 de Febrero de 2018
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