domingo, 30 de abril de 2023

“… Construyeron las gigantescas cavernas a manera de refugio en las montañas”


El tepuy de los ugha mongulala.


En la “Cuarta Época Humana” de la Descripción de la evolución de la humanidad de acuerdo a la tradición secreta de nuestro clan Asa-Uana de Uiligotis (1935) consignada por Karl Maria Wiligut, se refiere al sustrato ancestral de los uana y el desarrollo del conocimiento de astrología y la aparición de las pictografías y las runas.

De acuerdo a la Descripción, la Cuarta Humanidad fue destruida por el subsiguiente colapso de la Luna, llamada “vestido” [Kleid], por los uana, y que habría “iluminado” a la Tierra junto con el Sol [Su(o)n] durante un largo período de tiempo. Pero ellos se encontraban preparados para esto por muchos siglos, pues habían visto el advenimiento de este acontecimiento… Estos son los hombres que construyeron las gigantescas cavernas a manera de refugio en las montañas y quienes labraron los grandes sistemas de túneles (“catacumbas”) en las colinas con el objeto de salvarse.

La tradición de los asa-uana, especialmente en lo referente a esta “Cuarta Época Humana”, encuentra notabilísimas similitudes con aquella tradición comunicada por una anciana de Gorbea que era suffmashife –es decir, intérprete del lenguaje secreto de los machis o shamanes araucanos–, a la maestra Quinturay Raypán sobre las “gigantescas cavernas” en las montañas y los “grandes sistemas de túneles” bajo las colinas o cerros.

Quinturay expresó que esta es la “sexta Luna y el Sol, el cuarto”.

“Cuatro soles aparecen en los kultrún, porque se han visto cuatro soles”.

“Todo ha sido destruido con grandes cataclismos donde se daba vuelta la tierra y hasta el Sol se pierde”.

“Cuando nació este Sol murió toda la gente del norte [de Chile], y por eso algunos se refugiaron en ciudades subterráneas, bajo el desierto y en el interior de los volcanes. Los que quedaron arriba, se volvieron tontos…”.

Por cierto, estos postulados son semejantes a los establecidos por el arqueólogo Edmund Kiss en torno a los vestigios de remotas civilizaciones del altiplano andino –especialmente en el eje Tiahuanaco-Puma Punku– y en Abisinia.

Y más aún, se halla en total resonancia con la comunicación informada por Tatunca Nara sobre la “ciudad-fortaleza” subterránea de Akahim y el “fin del presente ciclo” de la tradición de los ugha mongulala.

Rafael Videla Eissmann
28 de Abril de 2023


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sábado, 1 de abril de 2023

Götterdämmerung


El tepuy sacro de los ugha mongulala.


El Götterdämmerung, el “Crepúsculo de los Dioses” de la saga germánica, el Ragnarökkr del Edda Prosaica, es la memoria ancestral de la gran catástrofe cósmica-planetaria.

El “Destino Final” de los dioses –los æsir o asen–.

Este evento fue anticipado por las dísir nornas (nornir) o “videntes”. La misma anticipación fue hecha por los cuatro “adivinos” del Neyim ñi epeu en la tradición araucana sobre el Tripalafquen o Diluvio del mito de ThrengThreng y KaiKai-Llunlun –la Gran Serpiente Jörmungandr de los germanos–.

La resonancia de este evento se eleva asimismo desde el corazón del Amazonas, en la propia tradición de los ugha mongulala y su líder Tatunca Nara y su conocimiento sobre el “fin del presente ciclo” (“Es la voluntad de los dioses, nuestros ancestros”).

Pues es un eco contemporáneo del “ascenso” del poderoso B’olon Yokte’K’u y de la “aparición” en los cielos de los OVNIs, de los “carruajes de los dioses”, de los astras-vimanas. 

La repetición de un nuevo ciclo preservado por la “sabiduría antigua” de los ancestros.

Es el Götter-Schock (“El Schock de los Dioses”) que anunciara Erich von Däniken en 1992 y luego en Götterdämmerung: Die Rückkehr der Außerirdischen (“El Crepúsculo de los Dioses: El Regreso de los Extraterrestres”) en 2009.

Los dioses extraterrestres regresarán e impulsarán nuevamente un nuevo cielo y una nueva tierra.

Rafael Videla Eissmann
30 de Marzo de 2023


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domingo, 19 de marzo de 2023

La historia prohibida de América: Los “hombres primitivos”


Representación petroglífica de un viracocha en el Valle del Encanto, Región
de Coquimbo, Chile (Fotografía de Rafael Videla Eissmann, 2017).



La tradición sacra del eje andino resguardó el conocimiento fundamental del origen del hombre en América –contraponiéndose, ciertamente, al dogma científico del génesis en África de nuestros ancestros–. Ello, pues por medio de la traditio el conocimiento de la aparición del hombre fue comunicado, proyectado y preservado.

En el Mythos andino, los primeros hombres de América fueron los vari vira cocha runa, es decir, los huari-huarijocha, llamados también pacarimoc runa o aquellos “de la aurora”, esto es, de la Primera Edad de los indios como escribiera en su obra El Primer Nueva Corónica y Buen Gobierno (1583-1615) el historiador Felipe Guamán Poma de Ayala (Foja 48).

Poma de Ayala enfatizó: Desta generación comensaron a multiplicar y la desendencia y multiplico después a éstos les llamaron dioses y lo tubieron ací (Foja 49).

Estos viracochas fueron en realidad los chiliche, o chilis. Pues tal como ha explicado el profesor Roberto Rengifo en El papel del territorio de Chile en la evolución de la humanidad prehistórica (1935), los chili-ingas se consideraban elegidos y sobresalientes entre los demás pueblos; eran los viracochas (huaracochas); semidioses encargados de educar al mundo. Llegaron al altiplano boliviano, arrastrando a los cazadores pampinos y a los pescadores costinos y fundaron la primera ciudad monumental, en lo que hoy se llama Tihuanaco, hace 14.000 años (Rengifo, R. El papel del territorio de Chile en la evolución de la humanidad prehistórica. Página 11).

Refuerza este aserto el arqueólogo Adolph Bandelier al declarar que Tiahuanaco fue construido por un pueblo que venía del sud, los chiloes (chili). (Lauri, Y. B. Una atrevida interpretación de la Portada del Sol. Página 622).

Una concepción similar acerca de la autoctonía del hombre se encuentra en torno a los lituche o ‘principio de la generación de los hombres’. Los lituche fueron conocidos asimismo como glyche, esto es, hombres primitivos o del principio de acuerdo al notable registro del historiador Juan Ignacio Molina en el Compendio de la historia geográfica, natural y civil del Reino de Chile (1776). (Medina, J. T. Los aborígenes de Chile. Páginas 38-41).

Esta concepción aborigen es posiblemente una de los campos cognoscitivos más fundamentales de la Weltanschauung precolombina. Es la ἰδέα trascendental del origen. Por esto, resulta de la mayor importancia las resonancias que esta concepción posee en los estudios del explorador y naturalista Francisco P. Moreno (Patagonia: Resto de un antiguo continente hoy sumergido. O el núcleo zoogénico antártico, 1882), en la magna obra del erudito Emeterio Villamil de Rada (De la primitividad americana, 1876 y La lengua de Adán y el hombre de Tiahuanaco, 1888), en los estudios del profesor y arqueólogo Roberto Rengifo (El Secreto de la América Aborigen, 1919-1921; Arte gráfico y poético de los chiles, 1921 y El papel del territorio de Chile en la evolución de la humanidad prehistórica, 1935) y por cierto, en la labor del arqueólogo Arthur Posnansky (Tihuanacu: La cuna del hombre americano, 1945-1957, obra cuyo título original fue Tihuanacu: La cuna de la humanidad). Pues estos sabios, basándose en evidencias geológicas, arqueológicas y etnológicas y especialmente, en las tradiciones aborígenes –es decir, pre-indígenas–, dilucidaron el origen del hombre en América del Sur y su expansión a otras latitudes.

Es el sustrato civilizador del grupo dolicocéfalo que con justa propiedad ha sido conocido como los Hijos del Sol de América. Los HOMBRES-SOL, los Sonnenmenschen de la leyenda áurea –“les llamaron dioses…”; los “semidioses encargados de educar al mundo”–.

Los Antupainko.

La concepción del origen del hombre en América resuena también en las pesquisas realizadas por Juan Moricz (El origen americano de pueblos europeos, 1968) y de nuestra apreciada e infatigable investigadora, Ruth Rodríguez Sotomayor (Kara Maya, Raza Madre de la Humanidad, 2004; Historia de las Bibliotecas Preamericanas, 2009 y El mensaje oculto de los libros líticos andinos. El origen de los arios está en Preamérica, 2013 –entre otras obras–).

Esta es la “historia prohibida” de América: Las huellas de la población primigenia y su antiquísima civilización que astutamente han sido ignorados en pos esa falsa historiografía indigenista y de aquello que hoy se conoce como “pueblos originarios”. 

Rafael Videla Eissmann
15 de Marzo de 2023


Bibliografía

I. Fuentes

Guamán Poma de Ayala, Felipe
El Primer Nueva Corónica y Buen Gobierno (1583-1615). Edición crítica de John V. Murra y Rolena Adorno. Segunda edición. Siglo Veintiuno. México, 1998.


II. Obras

Medina, José Toribio
Los aborígenes de Chile (1882). Segunda edición. Introducción de Carlos Keller. Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina. Santiago de Chile, 1952.

Moreno, Francisco P.
Patagonia: Resto de un antiguo continente hoy sumergido. En: Anales de la Sociedad Científica Argentina. Tomo XIV. Segundo semestre de 1882. Imprenta de Pablo E. Coni. Buenos Aires, 1882.

Posnansky, Arthur
Tihuanacu: La cuna del hombre americano / Tihuanacu: The Cradle of American Man. Tomo I. Editado por Arthur James F. Shearer. Texto bilingüe. J. J. Augustin. New York, 1945. Tomo II. Editado por Arthur James F. Shearer. Texto bilingüe. J. J. Augustin. New York, 1957. Tomo III y IV. Editorial Don Bosco. Ministerio de Educación de la República de Bolivia. La Paz, 1957.

Rengifo, Roberto
El Secreto de la América Aborigen. I. Noticias y comentarios arqueológicos. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1919.
_ El Secreto de la América Aborigen. II. Estractos de Actas de la Sociedad Científica. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1920.
_ El Secreto de la América Aborigen. III. Los chiles. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1920.
_ Arte gráfico y poético de los primitivos y los chiles. Impreso en los Talleres de la Empresa Zig-Zag. Santiago de Chile [1920].
_ El Secreto de la América Aborigen. IV. Extractos de Actas de la Sociedad Científica. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1921.
_ El papel del territorio de Chile en la evolución de la humanidad prehistórica. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1935.

Rodríguez Sotomayor, Ruth
Kara Maya, Raza Madre de la Humanidad (2 tomos). 2004 (Inédito).
_ El mensaje oculto de los libros líticos andinos. El origen de los arios está en Preamérica. Liberfactory. Madrid, 2013 [Descubrimiento extraordinario en reliquias arqueológicas antediluvianas de las culturas andinas. El origen de los arios está en Preamérica (2010)].
_ Diccionario o Enciclopedia de los Símbolos Escriturarios Preamericanos [Historia de las Bibliotecas Preamericanas]. Proyecto ideado y dirigido por Ruth Rodríguez Sotomayor. Avalado por el Archivo Histórico del Guayas de Ecuador y por la Universidad de Guayaquil de Ecuador. I Fase: Recuperación de los símbolos de las reliquias arqueológicas y etnológicas del Reino de los Kitus que se encuentran en el Museo de América y en el Museo de Antropología de Madrid, España. Madrid, 2016 (Inédito).

Villamil de Rada, Emeterio
De la primitividad americana. Imprenta de Gutiérrez. Cochabamba, 1876.
_ La lengua de Adán y el hombre de Tiahuanaco. La Paz, Imprenta de La Razón, 1888.


III. Artículos

Moricz, Juan
El origen americano de pueblos europeos. En: La Asociación de Estudios Históricos. Guayaquil, 15 de Abril de 1968.

Lauri, Yole Beatriz
Una atrevida interpretación de la Portada del Sol. En: Histonium. Año VII. Nº78. Buenos Aires, Septiembre de 1945.

Posnansky, Arthur
Retratos y recuerdos de animales extinguidos en la cerámica de Sudamérica. En: Boletín de la Sociedad Geográfica de La Paz. Litografía e Imprenta Moderna. La Paz, 1919. 


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Se prohíbe su reproducción).

lunes, 6 de marzo de 2023

El nuevo Götterdämmerung o “Crepúsculo de los Dioses”


Conjunto petroglífico donde destaca una mano con seis dedos en Sacre Ridge en Three Rivers,
Nuevo México, Estados Unidos. La leyenda de los dioses se encuentra en todo el continente.



En el Mythos Légein de la América Aborigen, es decir, en la verdadera historia del continente, resuena el fulgor de los hombres-dioses, de una raza astral que sentó las bases de la civilización americana y del “imperio general” antes de la última Gran Catástrofe (±12.000 años).

Desde Tierra del Fuego a Alaska resuenan los portentos  y conocimientos de los antiguos dioses, de los hówen, de los chili-viracochas y quetzalcoatles. De los Dioses Blancos de Huitramannaland.

Asimismo acontece con los dioses de la tradición de los ugha mongulala –[ellos] han llegado desde las estrellas. Son altos, blancos. Igual a nosotros. La única diferencia es que tienen seis dedos en las manos y los pies–.

Ciertamente, la tradición de los dioses de los ugha mongulala se entronca con aquella de los Dioses Blancos.

El logos amazónico del cual es depositario Tatunca Nara refiere a que estos dioses construyeron la ciudad sagrada de Akakor y posteriormente, la fortaleza de Akahim hace más de 12.000 años.

En estas “ciudades” o recintos subterráneos se albergan las “naves” o “vehículos de los dioses”, es decir, los astras o vimânas andinos, los “OVNIs”–, a la espera de la Gran Guerra de los Mundos. La nueva guerra del Mahâ-Bharâta. La nueva Totaler Krieg.

De acuerdo a Tatunca los dioses poseen, además, una tecnología “anti-gravitacional” que es la base del movimiento y traslado de sus “vehículos”.

Resuena en esta tradición, asimismo, el arribo de los alemanes en 1945 a la ciudad sacra de los dioses extraterrestres en el Amazonas.

¿Cuándo regresarán los dioses? Al igual que en la tradición mesoamericana del poderoso B’olon Yokte Ku’h –“Nueve Dioses” o “Señores”, nacido “antes del inicio de la aurora”– su irrupción no es desde el espacio cósmico pues mora en el Inframundo, en la Tierra Hueca y su ‘descenso’ es inverso, esto es, irrumpe desde las profundidades.

Ellos son quienes “derriban los cielos”, es decir, causan la Gran Catástrofe pero al mismo tiempo, son los creadores de la edad siguiente –el fin del presente ciclo y el comienzo de un nuevo–.

Es el nuevo Götterdämmerung  o “Crepúsculo de los Dioses”. El Ragnarök de los aesir.

Tras lo cual aparecerá el Nuevo Sol.

Entonces, nuestra historia será sólo un “mito”.

Rafael Videla Eissmann
5 de Marzo de 2023


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lunes, 27 de febrero de 2023

“Las fuerzas desplegadas por los dioses”


Vasija antropomorfa diaguita (dihuita) del norte de Chile. De acuerdo a Tatunca Nara los dioses poseen
seis dedos en manos y pies. Adviértase los seis dedos en esta representación prehispánica, hecho
que evidenciaría la tradición común emanada de los Andes (Fotografía de Rafael Videla Eissmann, 2017).


Converso con Tatunca Nara, último jefe o “cacique” de los legendarios ugha mongulala de la foresta amazónica.

Sus palabras poseen esa vibración de un tiempo sin tiempo. O mejor, más allá del tiempo, pues se entroncan con el mito áureo de América-Huitramannaland, la “tierra de los hombres blancos”.

Tatunca habla de la antigua historia de su pueblo, de los dioses descendidos del firmamento y de los acontecimientos venideros. Y resuena en mi la concepción del visionario del Eterno Retorno de lo Mismo, Friedrich Nietzsche. Pues la tradición que comunica Tatunca se refiere precisamente a la concepción cíclica del tiempo. Al fin del “presente ciclo” y al inicio de una “nueva edad”.

He aquí sus palabras:

En 1982 varios planetas se alinearon y hubo una erupción en el Sol que fue muy grande que se concentró y ahora, casi cuarenta años después llega todo lo que fue expulsado desde el Sol –piedras, tierra y arenas y agua– a través del espacio. Esto significa un gran cataclismo para la Tierra.

(…)

El asunto, para explicarlo así, es complicado.

Nosotros, los ugha mongulala, tenemos la historia escrita [de los acontecimientos] y además, el sacerdote tiene el poder de ver el futuro: En dos o tres años habrá un cataclismo enorme. Comenzará un gran terremoto. El tiempo de lluvias y sequía es ya una influencia de la masa que viene del Sol a la Tierra. No tiene relación con la desforestación del Amazonas. Los científicos están locos y no pueden entender. A esto se suma la guerra en Europa [Rusia y Ucrania].

(…)

Pero no se trata de fenómenos naturales o casuales sino que corresponden a las fuerzas desplegadas por los dioses.

(…)

Los dioses retornaron a la Tierra y han determinado el fin del presente ciclo. Es la destrucción de la Tierra. Mas no es el ‘fin del mundo’ sino el inicio del fin del presente ciclo y el comienzo de uno nuevo…

(…)

El destino de los ugha mongulala es sobrevivir.

La comunicación es trascendental y se vincula con los conocimientos sagrados de los reches y machis del Chili Mapu sobre los cinco soles. Pues tal como en la tradición de los ugha mongulala sobre Akakor y Akahim –las “ciudades de los dioses”, el refugio se encuentra en el Minche Mapu, en la “tierra de abajo”, donde moran los dioses-pillanes, los ngen y los espíritus –los astralkörper o “dobles” de los guerreros e iniciados– para su “encarnación” en el Nuevo Sol –el Quinto Sol de la Humanidad Sagrada–.

Rafael Videla Eissmann
26 de Febrero de 2023


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miércoles, 1 de febrero de 2023

Neardentales y denosivanos en América el Sur


Cráneo de Homo sapiens sapiens y de un neardental.


Un trascendental estudio arqueológico basado en análisis genéticos de grupos prehispánicos fue publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, en Noviembre de 2022.

A pesar de su enorme relevancia, ha pasado prácticamente desapercibido.

Se trata de un trabajo desarrollado por investigadores de la Florida Atlantic University (FAU) en colaboración con la Emory University de Atlanta, el cual da luces sobre una remota migración de sur a norte en la costa atlántica de América el Sur.

El estudio titulado Genomic evidence for ancient human migration routes along South America’s Atlantic coast (“Evidencia genómica de antiguas rutas de migración humana a lo largo de la costa atlántica de América del Sur”. https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rspb.2022.1078) desarrollado por Andre Luiz Campelo dos Santos, Amanda Owings, Henry Socrates Lavalle Sullasi, Omer Gokcumen, Michael DeGiorgio y John Lindo, constituye la evidencia genética más completa hasta la fecha sobre remotas y complejas rutas migratorias.

En este sentido, se ha estudiado el ADN de dos individuos de dos sitios arqueológicos diferentes en Pedra do Tubarão en el Estado de Pernambuco y Alcobaça en Bahía –en el noreste y sureste de Brasil, respectivamente– y en análisis genómicos que revelan la PRESENCIA DE ASCENDENCIA NEANDERTHAL dentro de los genomas de individuos de América del Sur.

Los neandertales, como es sabido, corresponden a una población extinta de humanos arcaicos que se extendieron por Eurasia –desde la península Ibérica hasta Asia Central– durante el Paleolítico Inferior (2.500.000 A. P. – 127.000 - 125.000 A. P.) y el Paleolítico Medio (325.000 – 300.000 A. P. y 40.000 - 30.000 A. P.).

Los resultados del estudio sugieren que los movimientos humanos más cercanos a la costa atlántica finalmente unieron al antiguo Uruguay y Panamá en una ruta migratoria de sur a norte de al menos 5277 km. Se ha estimado que este nuevo patrón de migración habría ocurrido hace alrededor 1000 años.

Los científicos estudiaron dientes de unos 1500 años hallados en el Departamento de Rocha en Uruguay, los cuales fueron proporcionados a los autores del estudio por los arqueólogos uruguayos Mónica Sans y Gonzalo Figueiro del Departamento de Antropología Biológica de la Universidad de la República en Montevideo.

El ADN obtenido a partir de los dientes ha permitido la secuenciación de genomas completos.

Al respecto, el arqueólogo y becario postdoctoral en el Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de la FAU Andre Luiz Campelo dos Santos ha señalado: Buscamos analizar dientes en lugar de huesos, porque el ADN dentro de los dientes tiene más protección. El hueso es más poroso y expuesto al ambiente.

Por cierto, los genomas de Uruguay y del noreste de Brasil también fueron comparados con otros provenientes de diversos sitios del continente, incluyendo Estados Unidos, el sureste de Brasil y Panamá.

De esta manera, los hallazgos evidencian una relación distinta entre los genomas de los antiguos habitantes de Pedra do Tubarão y Lagoa Santa en Brasil, Uruguay y Panamá. Este nuevo modelo revela que el poblamiento de la costa atlántica habría tenido lugar después del poblamiento de la mayor parte de la costa del Pacífico y los Andes.

El especialista en genómica humana evolutiva y computacional y profesor asociado en el Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación dentro de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Computación de la FAU, Michael DeGiorgio, ha expresado:

Nuestro estudio proporciona evidencia genómica clave para eventos de antiguas migraciones a escala regional a lo largo de la costa atlántica de América del Sur. Estos desplasamientos regionales probablemente se derivaron de olas migratorias que involucraron a las primeras poblaciones indígenas de América del Sur cerca de la costa del Pacífico.

Los investigadores además han descubierto fuertes señales genéticas de Australasia –Australia y Papua Nueva Guinea– en un antiguo genoma de Panamá. A este respecto, Campelo dos Santos ha indicado que hay todo un océano Pacífico entre Australasia y las Américas, y todavía no sabemos cómo aparecieron estas señales genómicas ancestrales en América Central y del Sur sin dejar rastros en América del Norte. 

Los estudios dan cuenta también de una señal genética de Australasia –esto es, de afinidad genética con individuos modernos de Oceanía –incluyendo Australia y Papúa Nueva Guinea– no sólo en Brasil –con los suruí del Amazonas– sino también en restos de Panamá, a pesar que se desconoce cómo este rastro genético de Australasia llegó a América –pues este no se encuentra en los genomas de individuos de América del Norte–.

Este hecho hace presuponer que este grupo no arribó a través de Bering sino posiblemente a través de desconocidas rutas en el Pacífico.

Los denisovanos son un grupo de humanos extintos identificados por primera vez a partir de secuencias de ADN de la punta del hueso del dedo de la denominada “Mujer X”, descubierta alrededor de 2008 en las cuevas de Denísova en Altái, Siberia.

El especialista en análisis de ADN antiguo y Profesor Asistente en el Departamento de Antropología de la Universidad Emory, John Lindo, ha manifestado que resulta fenomenal que la ascendencia denisovana haya llegado hasta América del Sur, agregando que la mezcla debe haber ocurrido mucho antes, quizás hace 40.000 años. El hecho que el linaje denisovano persistiera y su señal genética lo convirtiera en un individuo antiguo de Uruguay que tiene solo 1500 años sugiere que fue un gran evento de mezcla entre una población de humanos y denisovanos.

Campelo dos Santos complementa: Las muestras antiguas de Uruguay y de Panamá, solamente ellas, tienen una señal genética mayor de denisovano que de neandertal.

Es algo muy intrigante que aún no podemos explicar.

Nos gustaría mucho poder encontrar otros genomas antiguos que muestren esa misma señal.

El estudio Genomic evidence for ancient human migration routes along South America’s Atlantic coast presenta numerosas aristas de gran relevancia. En nuestra visión, los campos fundamentales que se desprenden de este notable estudio son:

¿Cómo se explica la presencia de los neardentales en América del Sur? ¿Cuál es su origen? ¿Cuál fue su destino? ¿Cómo se relaciona su presencia con la historia de los neardentales de Europa y Asia –la misma extensión de los indogermanos–?

Contra toda la premisa de la ciencia contemporánea, la presencia de los neardentales en América del Sur ya había sido constada en el siglo XIX: En una nota de la Revue d’Anthropologie de 1879 el eminente médico y antropólogo Paul Broca, basándose en el estudio de los cráneos patagónicos dolicocéfalos –muy distintos a los cráneos indígenas sudamericanos contemporáneos– recolectados por el explorador y naturalista Francisco P. Moreno y su semejanza con los cráneos neandertal, expresaba si la “luz sobre los orígenes” [del hombre] no habría de buscarse en el Nuevo Mundo, en lugar de en el Viejo. 

Además, el también médico y antropólogo Paul Topinard, en base a estos mismos tipos craneales, manifestaba: Es como para preguntarse si el Neanderthal no sería accidental en Europa, en el tiempo cuaternario, y si su patria real no sería la América del Sur austral.

Estos cráneos dolicocéfalos descubiertos en la Patagonia corresponderían al “tipo neandertal” de Europa, impulsaron a los sabios franceses a concebir que la Patagonia era la propia cuna de la humanidad.

Pues estos cráneos corresponden a los vestigios de la raza primigenia autóctona del eje Antártida-Patagonia –al Núcleo Zoogénico austral anunciado por Francisco P. Moreno (1882) y a las trazas de la humanidad surgida en el casquete polar antártico como propugnó el profesor Roberto Rengifo (1919)–.

Evidentemente, los cráneos dolicocéfalos de esta raza primigenia patagónica-neandertal son distintos de los braquicéfalos indígenas.

Este grupo antecede a los indígenas, desmontando en consecuencia toda la astuta falacia de los así denominados “pueblos originarios”. Pues los verdaderos “originarios” no son las poblaciones braquicéfalas sino los dolicocéfalos y sus descendientes.

Rafael Videla Eissmann
Diciembre de 2022 / Enero de 2023


Bibliografía

I. Obras

Villamil de Rada, Emeterio
La lengua de Adán y el hombre de Tiahuanaco. La Paz, Imprenta de La Razón, 1888.

Medina, José Toribio
Los aborígenes de Chile (1882). Segunda edición. Introducción de Carlos Keller. Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina. Santiago de Chile, 1952.

Moreno, Francisco P.
Patagonia: Resto de un antiguo continente hoy sumergido. En: Anales de la Sociedad Científica Argentina. Tomo XIV. Segundo semestre de 1882. Imprenta de Pablo E. Coni. Buenos Aires, 1882.

Posnansky, Arthur
El pasado prehistórico del Gran Perú (Alto y Bajo Perú): Tipos aruwac y kholla en la cerámica de Tiahuanaco. Editorial del Instituto Tihuanacu de Antropología, Etnografía y Prehistoria. La Paz, 1940.
Origen del culto y cultura en las tres Américas. 21 clichés y un mapa. En: XXIV Congreso Internacional de Americanistas. Hamburgo, 1930.
Conexiones prehistóricas México-centroamericanas con la antigua Metrópolis de los Andes. En: VII Congreso Científico Panamericano. México D. F., 1932.
Tihuanacu: La cuna del hombre americano / Tihuanacu: The Cradle of American Man. Tomo I. Editado por Arthur James F. Shearer. Texto bilingüe. J. J. Augustin. New York, 1945. Tomo II. Editado por Arthur James F. Shearer. Texto bilingüe. J. J. Augustin. New York, 1957. Tomo III y IV. Editorial Don Bosco. Ministerio de Educación de la República de Bolivia. La Paz, 1957.

Rengifo, Roberto
El Secreto de la América Aborigen. I. Noticias y comentarios arqueológicos. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1919.
El Secreto de la América Aborigen. II. Estractos de Actas de la Sociedad Científica. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1920.
El Secreto de la América Aborigen. III. Los chiles. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1920.
_ Arte gráfico y poético de los primitivos y los chiles. Impreso en los Talleres de la Empresa Zig-Zag. Santiago de Chile [1920].
El Secreto de la América Aborigen. IV. Extractos de Actas de la Sociedad Científica. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1921.
El papel del territorio de Chile en la evolución de la humanidad prehistórica. Imprenta Universitaria. Santiago de Chile, 1935.

Rostworowski, María
Estructuras andinas del poder. Ideología religiosa y política. Instituto de Estudios Peruanos. Serie Andina / 4. Lima, 1997.
Historia del Tawantinsuyo. Instituto de Estudios Peruanos. Serie Andina / 13. Lima, 1998.

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sábado, 7 de enero de 2023

“Ellos retornaron a la Tierra…”


Plegaria al Sol en las selvas del Amazonas (Grabado de Riou en la obra
Viaje al Brasil de François-Auguste Biard publicado en 1858-59).



El registro fechado el 30 de Julio de 2018 en el marco de nuestra expedición al Amazonas, consigna campos trascendentales comunicados por Tatunca Nara, pues son el reflejo de la cosmovisión de los ugha mongulala. Un extracto de este singular registro –que aparece íntegramente en mi obra La tradición sagrada de los ugha mongulala (Santiago de Chile, 2018)–, señala:

“Los dioses llegaron hace más de 12.000 años. Enseñaron a mi pueblo el conocimiento de las estrellas”.

“Construyeron la ciudad sagrada de Akakor. Posteriormente, la fortaleza de Akahim”.

“Los conocimientos de los ugha mongulala proceden de la historia escrita en galerías subterráneas que tienen una iluminación permanente”.

“Los dioses son poderosos”.

“Los primeros dioses llegaron a la Tierra y luego retornaron a las estrellas”.

“Otros dioses han venido desde entonces”.

“Los dioses llegaron en naves. Pero conocen los viajes espacio-temporales”.

“Habitan desde remotas edades el mundo subterráneo”.

“Los sacerdotes de mi pueblo recibieron los conocimientos de los dioses”.

“Los dioses son altos, blancos, como mi pueblo. Ellos retornaron a la Tierra y han determinado el fin del presente ciclo”.

Así habló Tatunca, el jefe de los ugha mongulala.

Así me habló el último descendiente de la realeza de una civilización sumergida en las profundidades del continente.

Rafael Videla Eissmann
5 de Enero de 2023


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