jueves, 1 de enero de 2015

El Saludo al Sol


 Ilustración de Apolo en el Carro Solar, estampado en una vasija helena.


Desde la más remota antigüedad, las culturas y civilizaciones solares de América, Asia y Europa, desarrollaron sociedades de carácter guerrero con un sentido trascendental de la existencia. Diversas son las manifestaciones culturales que permiten constatar su origen en una fuente común.

Así, en términos ideográficos se comprueban las similitudes de los símbolos rúnicos y runoides y del símbolo sagrado del Sol: Es la cruz gamada, Hakenkreuz, Ugunskrust, la swastika o la “Cruz de Nuestros Ancestros”. A su vez, en el campo arquitectónico, por ejemplo, destacan los monumentos megalítico-astronómicos tales como menhires, dólmenes y crónlechs, las estructuras piramidales y la tradición funeraria de los túmulos (los Grab hügelgräber, mounds y kuel).

Las similitudes desde la perspectiva antropológica son múltiples y son calificadas de manera general por la historiografía ortodoxa como meras coincidencias sin profundizar, lógicamente, las raíces comunes de estas culturas y civilizaciones.
 Relieve escultórico de Amaravati, en Guntur, Andhra Pradesh, India,
del I siglo a. C. (Musée Guimet).


Una de estas semejanzas se descubre en el saludo al Sol, el que consiste en el brazo derecho alzado con la mano extendida. Así se constata en la representación del dios Apolo –nótese el símbolo de la cruz gamata sobre el pecho–, o bien, en el significativa representación escultórica que sería del rey maurya Ashoka (304-232 a. C.) de India; o bien, en ejemplos contempéranos del saludo solar de los sioux de América del Norte que fueron registrados por el fotógrafo Edward S. Curtis a comienzos del siglo XX.

Rafael Videla Eissmann
1º de Enero de 2015


El Danzante del Sol (Sioux. Fotografía de Edward S. Curtis, 1907).

 Invocación (Sioux. Fotografía de Edward S. Curtis, 1907).



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