martes, 1 de julio de 2014

Símbolos rúnicos en la alfarería del territorio de Chile


 
 El símbolo sagrado del Sol: La swastika o “Cruz de nuestros ancestros” en un motivo de la alfarería
diaguita del norte de Chile (Museo Regional de La Serena).


Diversas piezas arqueológicas descubiertas en el territorio de Chile constatan la presencia de símbolos rúnicos y fórmulas runoides, aun cuando en realidad se debería hablar de símbolos pre-rúnicos por cuanto estas ideografías son anteriores a la formulación del sistema rúnico del Futhark germánico y sus ramificaciones en distintos puntos de Eurasia.

En este sentido, dichas ideografías se encuentran en campos tales como las inscripciones petroglíficas, los textiles y la alfarería. Este último campo otorga pruebas claras de la simbología rúnica-runoide, la cual se remontaría a la edad de los Lituches, es decir, los hombres de la aurora, o el principio de la generación de los hombres, conforme la tradición aborigen del Chillimapu que ulteriormente fue consignada por cronistas como Diego de Rosales. Los Lituches o Glyches fueron los hombres-dioses que transmitieron la sabiduría y los símbolos sagrados de la civilización prediluvial a los sobrevivientes y éstos a las generaciones sucesivas. De tal forma, estos símbolos fueron estampados en diversos campos como los señalados arriba. Sin embargo, ello no significa, necesariamente, que en tiempos posteriores los artífices de estos símbolos o bien, los portadores de éstos, conociesen su significado profundo y sus claves mágico-religiosas. Es muy posible, como dilucidara el profesor Carlos González -refiriéndose a la simbología de la alfarería prehispánica- que se poseyeran formas “normalizadas” (convencionalizadas en su figura), lo que permite clasificarlos por épocas, aunque los elementos “decorativos” se mantuvieron constantes. Es decir, que se repitieran los trazos del símbolo, sus formas “normalizadas” o estandarizadas, ya devenidas en elementos “decorativos” u ornamentales.

Un aríbalo atacameño con influencia incásica en el cual destaca el patrón
de  “cruces en movimiento” (Museo Chileno de Arte Precolombino).

 
La runa Gibur estampada en un aríbalo tricromático del sur de Chile
(Museo Nacional de Historia Natural).


Las ideografías rúnicas-runoides se descubren de esta manera en la alfarería de los araucanos, mapuches, diaguitas y atacameños, asociadas al mismo tiempo con la simbología solar y la tríada cromática negro-blanco-rojo o bien, con colores equivalentes.

Ciertamente, los símbolos rúnicos del territorio de Chile no son un caso aislado ni exclusivo en el campo precolombino pues ideografías similares se encuentran en la cultura tiahuanacota, quechua, incásica, chibcha y en diversas tribus amazónicas.

Los ejemplos de la alfarería del territorio de Chile que hoy se conocen son de una época relativamente cercana a la irrupción hispana del siglo XVI y que pudiesen haber sido, a su vez, efluvios de las oleadas de los pueblos nórdicos -antecediendo en casi tres siglos al arribo de los españoles y portugueses-, quienes regresaban a América-Huitramannaland, esto es, la tierra de los hombres blancos, o Albania, de significado homónimo.

Rafael Videla Eissmann
1º de Julio de 2014


Izquierda: Variaciones de la runa Odal en ambos costados del rostro antropomorfo en esta vasija de la cultura diaguita (Museo Chileno de Arte Precolombino). Derecha: Detalle de un aríbalo atacameño con una variación de la runa Man como “Árbol del Mundo” y “soles en movimiento” con la características tricromática de negro-blanco-rojo (Museo Chileno de Arte Precolombino).

Izquierda: Alfarería araucana del sur de Chile con un patrón de “cruces en movimiento” similar
al del aríbalo atacameño. Derecha: Alfarería araucana tricromática con patrón de rayos solares. Esta
figura -como muchas otras claves de la alfarería prehispánica- debe observarse desde el plano vertical, hecho
que permite apreciar en este caso que se trata de la representación del Sol.


* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos. Se prohíbe su reproducción).