lunes, 2 de junio de 2014

Raíces comunes (III)


 Izquierda: Detalle de una cerámica incásica del Cuzco con símbolos cruciformes. Derecha: Detalle de la parte superior de la piedra rúnica de Rökstenen, en  Östergötland, Suecia. Se puede apreciar la clara similitud entre ambas expresiones.


Se puede colegir que en base a las similitudes de determinadas manifestaciones culturales y tradiciones de algunos pueblos de Asia, Europa y América, estas se remontan a un sustrato común cuyo origen se encuentra en una raza de característica dolicocéfala que ha dejado sus huellas a nivel planetario.

Una de las razones de estas similitudes se explicaría por medio de la migración de este grupo primigenio -Völkerwanderungen- como resultado de las catástrofes cíclicas expuestas en la Cosmogonía Glacial (1913) y en la multidisciplinaria Doctrina del Hielo Mundial o Welteislehre.

Conforme al arqueólogo Edmund Kiss en Die Kosmischen Ursachen der Völkerwanderungen (“Las razones cósmicas de las migraciones de los pueblos”. Köhler & Amelang Verlag. Leipzig, 1934), los sobrevivientes del último Diluvio, es decir, el Götterdämmerung, tras la fijación de los nuevos factores climatéricos y ambientales y la estabilización del flujo de los niveles de agua, encontraron condiciones adecuadas de existencia en áreas del mar Mediterráneo, Egipto, India, el sur de China, el actual desierto del Gobi y en Norte y Sudamérica, desarrollando en períodos de tiempo relativamente cortos, nuevas culturas con patrones de gran antigüedad.

Izquierda: Una barca de totora empleada en la actualidad por los habitantes de Titicaca. El origen de este tipo de embarcación se remonta a los uros -los “primeros hombres”-. Derecha: “Barco-dragon”, un drakkar vikingo, de acuerdo al manuscrito Northumbrian (siglo X).


Este hecho, es decir, la existencia de grupos portadores de antiquísimas tradiciones, permite explicar los sistemas ideográficos con patrones de gran antigüedad, como la escritura rúnica en Europa y las más remotas ideografías y símbolos petroglíficos grabados en los Andes, como asimismo, las similitudes ya enunciadas.

Pero ¿fue este acaso el fin de las extensas migraciones a escala planetaria? No; pues así como hubo una catástrofe producida por la caída de la Luna Terciaria, el actual satélite está determinado a repetir el mismo devastador acontecimiento. Como certeramente ha explicado Kiss, la gente tendrá que emigrar de nuevo. Ese es su destino. Y este destino es cósmico, ya que depende de la Luna.

Rafael Videla Eissmann
2 de Junio de 2014

La cabeza de una embarcación del Titicaca y de Escandinavia, respectivamente.



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