jueves, 1 de diciembre de 2011

Los vikingos en Chile

Poncho mapuche con la runa Odal de Wotan.


En su extenso estudio publicado en 2000 en Asunción, Vikingos en América -obra que reeditaremos en los próximos meses- el profesor Vicente Pistilli ha abordado la presencia e influencia de los vikingos en Chile. Constituye ciertamente una visión alternativa a la historiografía ortodoxa del país y también del desarrollo de sus culturas precolombinas, la cual se fundamenta en los vestigios arqueológicos de grupos tales como los atacameños, los diaguitas y los mapuches.

Reproducimos a continuación algunos párrafos de su obra:

“Muchas costumbres chilenas apuntan a influencias dejadas por los nórdicos en diversos sectores de la cultura y en algunas etnias.

Los atacameños han denominado una villa con el nombre de Turí. El nombre de la divinidad vikinga, en la forma de Thuring, que significa “estirpe de Thor”, nos recuerda a un cerro en Suiza.

La vestimenta es similar a la nórdica, incluso con gorros de piel cónica y ojotas como calzados; no faltan los adornos metálicos. Conviene estudiar otros elementos culturales, pues la característica de esta cultura es el trabajo en madera, aplicada a diversos fines. El idioma ya en olvido, recibía el significativo nombre de Kunza, palabra transformada del germano antiguo: en el sentido de Sprache; se usa en la forma “Landzunge”, habla de la tierra.

En la cultura atacameña llaman la atención las viviendas de paredes de piedra y techos de ramas y barro; la planta es rectangular y los recintos sagrados al modo nórdico. Los vikingos aportaron lo suyo en la metalúrgica.

Los diaguitas estarían dentro del mismo ámbito andino meridional, por cual hasta la lengua desconocida, sería el norrés, lo cual podría comprobarse con un estudio de lingüística comparativo.

En cuanto a los enterramientos, existen paralelismos con los nórdicos, los cráneos deformados para parecerse a los dolicocéfalos; algunos personajes se enterraban con su llama, a modo de caballo; otros adicionaban mujeres, esclavos, como los vikingos paganos, lo cual indicaría que son de los primeros vikingos en América. Usaban urnas de rostros humanos, decoradas con escudos escoceses, con la cruz de San Andrés y la cruz gamada.

Deformaciones craneanas del norte de Chile. Arriba: San Pedro de Atacama. Deformación oblicua (izquierda) y deformación erecta (derecha). Abajo: Deformación craneana circular de Caspana. Imágenes del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo San Pedro de Atacama.


La lengua que hablaban estas culturas, sería posiblemente la incaica, la cual según el cronista mestizo Felipe Guamán Poma de Ayala, era el danés. Pienso que debería estudiarse la lengua conocida como Lincan-Antai (¿norrés?).

Los vikingos se expandieron en la zona de Coquimbo, donde dejaron huellas de su estancia en múltiples inscripciones.

La cultura Molle, en el Valle de Elqui, se caracteriza por la cerámica monocroma, tembetás particulares, pipas de fumar del tipo monitor, acompañando las sepulturas. Precisamente, estos elementos son fruto de la difusión cultural generada por los nórdicos. No puedo dejar de mencionar, que el vocablo Molle recuerda el vocablo nórdico Mallar, nombre de un lago del norte europeo, de clara influencia nórdica. También se debe mencionar el desarrollo de la metalúrgica.

Nos falta mencionar para completar el panorama etnográfico, poner nuestra atención en las pequeñas villas, que abundan, pues ellas podrían apuntar en algunos aspectos, a las modalidades vikingas, las cuales podrían preservar vestigios de sus costumbres. Naturalmente, deberá tomarse en consideración la datación, las cuales deben corresponder al siglo XII en adelante.

En los mapuches, han perdurado algunos símbolos nórdicos, como ser la cruz gamada en sus estandartes y tapas de tambores [kultrunes].

En cuanto a lo religioso, no construyeron templos, aunque sí, espacios ceremoniales, para practicar el culto al aire libre, como lo hacían los nórdicos paganos, de la primera camada, quienes a su vez, se hacían enterrar con sus mujeres, sus esclavos y sus llamas, al estilo vikingo”.

Urna funeraria de la cultura diaguita.


Sobre las ideografías encontradas en el territorio de Chile, el profesor Pistilli ha escrito:

“Abundan en Chile, las diversas formas de expresión en las rocas, en diversas formas: petroglifos, pictogramas, grafites, con sus inmensas riquezas. He aquí algunas de ellas:

Runas. No conozco que se hayan traducido inscripciones chilenas, pero figuran esas letras como modo de expresión de ideas, mensajes, formulas mágicas. Recordemos los famosos “tridictos” (pisadas de avestruz), que son realmente “runas de la muerte”. He notado además la famosa “flecha”, la rúnica.

Las figuras humanas estilizadas, son en realidad un sistema de escritura rúnica donde las letras se forman con lo “humano”.

Símbolos. Existen en Chile, grabados en las montañas de seres gigantes, como representación de Odín, pues esa es su manifestación.

Signos. En Arrequitín [Argentina] aparecen escenas de los mitos nórdicos especialmente el “fin del mundo” [Götterdämmerung], específicamente el “anuncio de la catástrofe hecho por Heimdall”, quien toca la trompeta (¿lur?) al pie del arco iris. Como es el Dios de la Luz, está también al otro extremo del arco, entre los dos mundos. Figuran además un par de escudos escoceses.

En las cerámicas aparecen escudos, figuras humanas, cruces de San Andrés y cruces gamadas. Se presentan además frisos en base a cintas, características de los nórdicos.

Plato diaguita con símbolo solar hallado en Coquimbo, en el norte de Chile.

El símbolo de la estrella de Venus en una vasija de la cultura diaguita.


También, improntas de pies, que se han tallado en las paredes y los pisos pétreos de la geografía, como son los pasos de la Cordillera de los Andes, como por ejemplo en el Paso de Tampalaya.

La escritura de Isla de Pascua, de los “orejas largas”, que llegaron a la isla en el siglo XIII. En efecto, existen en la isla, testimonios de tres tipos de escritura, llamando la atención una que es similar a la de Harappa, cuna con Mohenjo Daro, de la cultura indoeuropea. Los suecos tenían una escritura similar en Kivik, con figuras humanas como letras; en otro tipo de escrituras, existen signos similares a las runas; en el tercer tipo, se presenta una escritura singular”.

Kultrun mapuche con el símbolo sagrado del Sol.


En definitiva, el profesor Pistilli ha sintetizado sus conclusiones sobre la presencia de los vikingos en Chile de la siguiente manera, a pesar de manifestar que existen en la protohistoria de Chile, muchos indicios que requieren más profundización, para clasificarla y comprenderla. Es el deber de los historiadores, considerar todos los testimonios, para no caer en falsas interpretaciones:

“La hipótesis establecida por Jacques de Mahieu, de la dispersión de Tiahuanaco es la más probable, por lo siguiente: de los tres grupos de la dispersión vikinga, uno se fue a la Isla de Pascua, lo cual se confirma por la presencia de los ‘orejas largas’ y la introducción de la escritura con formas estilizadas.

Vikingos de este mismo grupo, bordeó el Pacífico, llegando al norte de Chile, estableciendo contacto con los aborígenes, amalgamándose con algunos de ellos, como aquellos que hablaban el Kunza, vocablo transfonetizado de Zunge, lengua en germánico.

Posteriormente, durante la formación del imperio inca, extiende su territorio en el Collasuyo, mejorando los caminos vikingos, entonces señalizados con las improntas de pies, situación perfectamente comprobada por los cronistas, hallados en los pasos de los Andes y en otros lugares de los caminos incaicos”.

Rafael Videla Eissmann
1° de Diciembre de 2011.

Fragmento de cerámica de la cultura Guachipas. Salta, Argentina.