viernes, 17 de junio de 2011

La Tierra Primera. Texto Mby’a

Versión de León Cadogan.


El verdadero Padre Ñamandu, el Primero,
habiendo concebido su futura morada terrenal,
de la sabiduría contenida en su propia divinidad,
y en virtud de su sabiduría creadora,
hizo que en la extremidad de su vara
fuera engendrándose la tierra.
Creó una palmera eterna en el futuro centro de la tierra;
creó otra en la mora de Karai;
creó una palmera eterna en la mora de Tupa;
en el origen de los vientos buenos
creó una palmera eterna;
en los orígenes del tiempo-espacio primigenio
creó una palmera eterna;
cinco palmeras eternas creó;
a las palmeras eternas está asegurada
la mora terrenal.

Existen siete paraísos;
el firmamento descansa sobre cuatro columnas;
sus columnas son varas-insignias.
El firmamento que se extiende con vientos
lo empujó nuestro Padre enviándolo a su lugar.
Habiéndole colocado primeramente tres columnas al paraíso,
éste se movía aún;
por ese motivo,
le colocó cuatro columnas de varas-insignias;
sólo después de esto estuvo en su debido lugar,
y ya no se movía más.

Patrones simbólicos en la cestería de los mbyá-guaraní. Colección Museo Etnográfico Doctor Andrés Barbero de Asunción, Paraguay.