domingo, 15 de noviembre de 2015

La momia del cerro Aconcagua posee un “nuevo linaje genético” de 14.300 años


La momia del cerro Aconcagua: Un kapakocha.


Nota del Editor: Se corrobora aquí, parcialmente, el origen preincaico del culto a las montañas y más aún, la antigüedad de algunos grupos que precedieron a las culturas indígenas en el mundo prehispánico: Se trata, en realidad, de un grupo prediluvial (Vorflut), tal como apropiadamente lo estableciera el arqueólogo Edmund Kiss en sus estudios en el altiplano andino.


Un equipo de científicos ha logrado por primera vez secuenciar la totalidad del genoma mitocondrial de una momia de un niño de unos siete años sacrificado en un rito practicado hace medio milenio, y que fue hallado en 1985 por excursionistas. 

El trabajo, que además identifica un nuevo linaje genético, se publica en la revista Scientific Reports del grupo Nature, y está liderado por investigadores de centros de Santiago de Compostela de España. 

La momia fue hallada congelada y parcialmente enterrada en el borde occidental del sur del cerro Aconcagua, a 5300 metros de altitud en la base de la montaña de Pirámide, en la provincia argentina de Mendoza, informó hoy en una nota de prensa la Universidad de Santiago de Compostela (USC). 

El equipo, en el que también han colaborado expertos de Argentina y Alemania, consiguió extraer y secuenciar la totalidad del genoma mitocondrial de ADN procedente de una biopsia de pulmón de la momia. 

Los investigadores compararon los resultados con bases de datos de aproximadamente 28.000 mitogenomas de laboratorios de otras partes del mundo para tratar de ubicar el perfil genético. 

La comparación posibilitó señalar en el perfil genético de la momia un nuevo linaje genético (haplogrupo) bautizado como C1bi y que “no había sido identificado previamente en poblaciones contemporáneas”, según los investigadores. 

En su análisis, los autores averiguaron que “podría haber descendientes del linaje viviendo actualmente en Perú y Bolivia”, según la USC. 

La momia representa “un sub-clado genético raro de antepasados maternos humanos que surgieron hace aproximadamente 14.300 años en el actual territorio de Perú, lo que es consistente a su vez con hallazgos arqueológicos”, apunta la citada universidad. 

Según los investigadores, estudios arqueológicos y antropológicos previos indican que pudo ser víctima de un ritual de sacrificio inca conocido como capacocha hace aproximadamente cinco siglos. 

El estudio está pendiente de completarse con nuevos análisis de genética nuclear que permitirán “ampliar el conocimiento sobre una de las mayores y complejas civilizaciones de la América precolombina”, indica la USC. 

La investigación ha sido dirigida por el genetista Antonio Salas Ellacuriaga, profesor de la Facultad de Medicina de la USC, y por el jefe de Pediatría Clínica, Infectológica y Traslacional del hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, Federico Martinón Torres.

Fuente: EFE - La Tercera. 13 de Noviembre de 2015.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Yephun-Oiehuen


 La estrella de ocho puntas en un petroglifo en las cercanías del río Colorado, en San José de Maipo
en la Región Metropolitana de Santiago, en Chile.


Como una sinfonía prácticamente inaudible, los iniciados del Chilli-Mapu escuchan aún los movimientos del sonido-color de la estrella de Venus. Es el misterio insondable del origen que se remonta al Wenu-Mapu, la «tierra del cielo». La totalidad fragmentada del Dios-Diosa, la Deidad de Dos Rostros, Wuñelvefucha/Wuñelvekushe, personificados en la pareja de ancianos Wanlén Fucha y Wanlén Kushe y la pareja de jóvenes Wanlén Weche Wentru y Wanlén Ülcha Domo, es decir, el Andro-Gyno (Hombre-Mujer), la Totalidad, en sus dos proyecciones: Pasado y Futuro, que se unen, o reúnen, en el tiempo presente –la concientización–, más allá del espacio y del tiempo y del Eterno Retorno de lo Mismo.

En la eternidad del tiempo.

Estrella de piedra de ocho puntas con la evocación de la lucha entre ThrengThreng y KaiKai,
descubierta en el sur de Chile (Museo Chileno de Arte Precolombino).

Vasija bicromática de la cultura Aconcagua de la zona central de Chile, con una estrella
de ocho puntas con irradiaciones (Museo Arqueológico de Los Andes).


Este ignoto misterio se haya plasmado en el símbolo de la estrella de ocho puntas, el signo de EL-ELLA, la estrella doble Yephun-Oiehuen, de los Caminantes de la Aurora: Dos cruces (hombre y mujer; masculino y femenino) cuyos brazos se yuxtaponen, proyectándose –juntos y separados al mismo tiempo–, como un círculo, es decir, la Totalidad.

En Chile, este símbolo se encuentra ampliamente difundido en diversos campos en el mundo prehispánico –como señal de su origen y destino: El Wenu-Mapu y el Chilli-Mapu, la patria de los hombres primigenios, los uros– desde donde se difundirá hacia el norte en remotas edades, como señal de la migración de los míticos viracochas, los Dioses Blancos de América.

Rafael Videla Eissmann
8 de Noviembre de 2015


El misterio del origen: Una machi junto a chemamüll y tótems, en la Araucanía,
en el sur Chile. Nótese a la izquierda, tótems coronados con el símbolo de la estrella
de ocho puntas (Fotografía de O. Heffer, 1910).


* (Los textos de http://losvikingosenamerica.blogspot.com/ son exclusivos.
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