lunes, 7 de febrero de 2011

La saga vikingo-guaraní

Los mitos del Guarini Pytã

El Ragnarök nórdico o Diluvio tiene su símil en el Ñorairõ guaraní.


Por Vicente Pistilli


El estudio de los mitos paraguayos ha consumido el tiempo y el saber de los investigadores, al punto que las fuentes basadas en las tradiciones están completas. Los problemas surgen cuando se pasa a la exégesis sin haber sometido previamente el material a una hermenéutica científica, para determinar el texto auténtico. Otro prejuicio es la admisión del carácter “aborigen” de los mitos. Además, la inercia de los estudiosos, para quienes “ya está todo dicho”, incapaces de revisionismo, haciendo caso omiso de los últimos descubrimientos antropológicos realizados en el país.

Desde el punto de vista de los portadores de mitos y la naturaleza de los mismos, se pueden establecer dos grandes grupos: guaraníes y no-guaraníes. Los mitos guaraníes, según las etnias que los transmiten se clasifican en: mitos mbyá, mitos chiripá, mitos tavyterá, mitos guayakis y mitos del guarini pytã. Los mitos no-guaraníes comprenden dos grandes grupos: mitos pámpidos y mitos huárpidos, que corresponden a las pampas y a los Andes, respectivamente. Los mitos guaraníes pertenecen a las selvas, o mejor, fueron adaptadas a ellas.

Los investigadores han llegado a la conclusión que todas las fuentes son precolombinas en su origen, sin influencia hispánica, ya que fueron recogidas de etnias no cristianizadas. Con los mitos del guarini pytã, el proceso es más interesante aún: catequizados por franciscanos, las creencias precolombinas o mitos, tuvieron una vida paralela, porque los seres mitológicos tenían sus reales en la región y constituían una estructura bien definida, conservándose inalterables en las compañías, como una supervivencia de las creencias antiguas, de los antiguos pobladores de la región: los karios.

La característica señalada de la regionalización de un sistema de mitos ha facilitado la investigación de los siguientes aspectos: localización del mito, estructura, analogías y exégesis.


El valle del Guarini Pytã

En los documentos se mencionan “los campos del Guarnipitán”; el “parage de Guarnipitán”; el “valle del Guarnipitán”. El naturalista Félix de Azara apunta el vocablo Guarnipitán pero se equivoca en la traducción: “donde se dejó la batalla”; en efecto, la “n” final nasaliza la “a” precedente, significando el vocablo pitán “rojo”. Nótese, además, la pronunciación “Guarni” que denota un origen extraño a la lengua de los mbyá, quienes dicen “marambotá” a la guerra. En esta región estaban los pueblos nativos de: Itá, Yaguarón, Ypané y Guarambaré. Un estudio filológico del vocablo nos llevó a la reconstrucción siguiente: Vari Ing Ruitá-Varini Puitan-Guarni Pitán-Guarini Pytâ-Guarani Pytâ. La palabra es de origen vikingo y significa el Guerrero Rojo, nombre que los describe perfectamente.

Como el sistema de mitos de la región abarca este valle y los colindantes, hay que atribuirles una mayor amplitud al Guarnipitán.


La estructura de los mitos Guarini Pytã

Los distintos elementos que lo componen, el orden de los mismos, la función y el contenido de cada mito, muestran la unidad de concepción del sistema:

1. Tupâ y Arasy se instalan en Areguá (Tupâ es una divinidad del séptimo cielo guaraní, el dueño de los truenos y relámpagos).
2. La primera pareja humana es creada con elementos minerales y vegetales.
3. Son creados los espíritus buenos (angatupyry) y malo (taú).
4. Entre los hijos de la primera pareja están Marangatú y Tumé (es el héroe civilizador guaraní precolombino y predicaba el cristianismo).
5. Una de las hijas de Marangatú, es raptada por Taú. Entonces Arasy lo maldice y nacen los siete monstruos de esa unión: Yaguarú, Mbói, Tu’i, Moñái, Yasi Yateré, Kurupí, Ao Ao, Huichó.
6. A raíz de las discordias entre los monstruos Tumé reúne a los mburuvichá y avaré del Guarnipitán para ordenar la tierra. Porasy, la hermana menor de Tumé, se ofrece para ejecutar el plan. Atrae a todos los monstruos a la gruta de Yaguarú, donde son encerrados por Tumé, quien enciende fuego, pereciendo en la hoguera Porasy, porque no pudo salir a tiempo y a pesar de la borrachera de los monstruos.
7. Taú pretende vengarse de Tumé, quien se salva mediante un Gua’á. Volvió la discordia entre los hombres y Tupá produjo el Yporú (Diluvio). Se salvaron en el Ygarusú, Tumé, sus hermanos y el Gua’á.
8. Al atracar su barca, Tumé vio en una colina dos hermanos donceles montados por Amarasô y Paraguá, los padres de la raza guaraní, radicados en la cuenca del Amazonas y del Paraguay.

El dios Tupâ (llamado también Tupavé y Tenondeté), es la suprema divinidad de la raza guaraní (Escultura en madera en el Museo Mitológico Ramón Elías de la ciudad de Capiatá, Paraguay). Posee las mismas funciones que el dios Thor del norte de Europa.


Analogías con los mitos nórdicos

Este sistema del Guarnipitán tiene puntos de contactos tales que elimina la mera coincidencia por creación separada. En efecto, las semejanzas abarcan la armadura, el código y el mensaje, según pasamos a glosar.

1. Tupâ es el Thunor anglosajón o el Thor escandinavo, con sus mismas funciones. La tradición guaraní no recuerda un rapto anterior, protagonizado por Thor (Tupá) quien logró llevarse a Jarasxa (Arasý).
2. En la mitología escandinava, de dos árboles sagrados Asch y Embla, nace la primera pareja, a través de la savia tomada del suelo y circulando por sus raíces entrelazadas.
3. Loki es el espíritu astuto, maligno y traidor; Bálder es el espíritu recto, benigno y bondadoso, en la mitología nórdica.
4. En el siglo IX los vikingos ya estaban cristianizados, teniendo sacerdotes (avaré; avá es varón en godo; es pasado en guaraní) célibes llamados Thull Gnupa (Padre Ñupa), dando en guaraní Tunupa-Tumé.
Las crónicas prueban que los guaraníes fueron cristianizados en épocas precolombinas.
5. Loki, el espíritu maligno escandinavo, se había casado con Angerboda engendrando con ella monstruos espantosos: la serpiente Yormund y el lobo Fenris, así como otros seres vivos.
6. En la mitología nórdica es Odín quien se preocupa de ordenar el mundo caótico de los gigantes, ases, silfos y elfos. Es que, los vikingos cristianizados, no tuvieron problemas de aceptar a Jesús en reemplazo de Odín o Thor. También lo hacían a través de los avaré, como en nuestro caso Thull Gnupa (Tunupa-Tumé). Odín convierte el Asgard en un gigantesco campamento y se anuncia la catástrofe, el Ragnarôk, el ocaso de los dioses. La palabra pasó al guaraní como Roñairô y luego Ñorairõ, con el significado de agresión mutua.
7. El mundo de los hombres es arrasado por incendios, terremotos e inundaciones. Es el caos, del cual surgirá un nuevo mundo.
8. Una nueva generación de dioses asume el mando. Surge un mundo sin disputas, lleno de amor, de bondad, pureza y felicidad para todos.
Además, los siete monstruos tienen su equivalente nórdico, con las mismas funciones. El Yaguahú (Jâger, cazador; Hund, perro), el perro cazador en norrés; en el mito nórdico es Gorm. El Mbói Tu’i es la gran serpiente (Yormund). El Moñái es un elfo escandinavo, el cual se dedica al robo, que atesora en las cavernas. El Yasi Yateré es un silfo de ojos azules y cabellos rubios; se apropió de la varita de las hadas. El Kurupí es el Freyr escandinavo, sensual y cazador, dotado de gran falo. El Ao Ao es un gigante de la mitología nórdica, capaz de engullir y transformarse en monstruo. El Huichó es el lobo Fenris, que ronda los cementerios y se alimenta de cadáveres.

Thor lucha contra la serpiente Yormund (o la Serpiente de Midgard), que es Mbói Tu’i, la gran serpiente en la cosmogonía guaraní. Manuscrito islandés del siglo XVII.


Exégesis

Estos mitos no están incorporados en las tradiciones mbyá, chiripá y tavyterá. Se mantuvieron como un sistema en el Guarnipitán, antigua tierra de los kariog (karl-campesino; org, casa en norrés). Tienen influencia cristiana precolombina y no tienen influencia cristiana postcolombina, porque el sistema de creencias cristianas del coloniaje era administrado por sacerdotes celosos de la pureza de su doctrina. La única hipótesis más probable es la aculturación de los mbyá litoraleños por vikingos en el siglo XIII de nuestra era, dando los karios. Los vikingos aportaron su organización sociopolítica: aldeas, caminos, gobiernos y mitos.

Asunción
Febrero de 1986.

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